Eco-ansiedad: me sentí culpable de haber tenido un hijo

La madre primeriza Heather Sarno siente temor de tener un hijo en un mundo que parece destruirse poco a poco.

FUENTES: HEATHER SARNO

La eco-ansiedad es esa abrumadora impotencia que experimentan algunos cuando piensan en el cambio climático. La desencadenada depresión que las cuartas partes de millennials lo experimentan. Pero en este caso es Heather Sarno, una madre preocupada por la vida de su hijo en pleno siglo XXI.

La Asociación Psicoanalítica Internacional oficializó que el cambio climático es la mayor amenaza mundial para la salud en la actualidad. Estos sentimientos invaden a las madres, pero pueden ser particularmente acentuados. “No podía dormir y no tenía apetito”, precisó Heather Sarno, llevando a su hijo Jack de cuatro meses, a las manifestaciones de Extinction Rebellion (movimiento social mundial cuyo objetivo es influir sobre los gobiernos del mundo y las políticas medioambientales globales).

“Fue terrible. No pude dormir durante días. Se fue mi apetito y lloraba mucho. Me sentía muy ansiosa y enfadada. Recuerdo preguntarle a mi marido si era consciente. Me sentí culpable de haber tenido a Jack”, reconoce.

Las Asociación Americana de Psicología describe esta condición como “el miedo crónico a la fatalidad medioambiental”. Sin embargo, la eco-ansiedad ha estado latente durante décadas y es en la actualidad que la conciencia pública siente más culpabilidad, generando una masiva conciencia. No obstante, aún no es reconocida como una enfermedad mental.

Si sientes algunos de estos temores, no dudes en buscar ayuda para poder enfrentarlo. Aquí te dejamos algunos testimonios y soluciones.

J.V.M.