Descubren un nuevo modo de comunicación que puede convertir las células en cancerosas

Los restos de división celular, que antes se consideraba como una “bolsa de desechos” de la célula, en realidad contiene material genético capaz de convertir otras células en cancerosas.

Brillante ARN de dos células humanas conectadas por los microtúbulos rojos después de la división. Foto: RT en Español.

Un grupo de científicos internacionales descubrió que el remanente del cuerpo medio (MBR, por sus siglas en inglés) que se forma durante la división celular realmente constituye un vehículo de propagación del cáncer por todo el cuerpo y no una “bolsa de desechos” celulares como se pensaba.

Los investigadores, quienes fueron dirigidos por Ahna Skop, profesora de genética en la Universidad de Wisconsin Madison (EE.UU.), analizaron el contenido de los cuerpos medios celulares que forman una conexión física entre las células hijas durante la división, y determinaron que contiene material genético funcional en forma de ARN.

Sus resultados apuntan a que esta pequeña burbuja de materia celular que luego queda como remanente de la división, tiene el poder de cambiar el destino de otras células, incluso convertirlas en cancerosas.

Los científicos encontraron abundante cantidad de ARN mensajero (ARNm) con el código para sintetizar proteínas y los ribosomas necesarios para realizar esta síntesis. Las proteínas sintetizadas en el MBR no estarían involucradas en la división celular, pero sí en actividades que dirigen el propósito de una célula. Por ejemplo, la pluripotencia, que es la capacidad de convertirse en cualquiera de los muchos tipos diferentes de células del cuerpo y la oncogénesis, que es la formación de tumores cancerosos.

Aunque los MBR son comúnmente reabsorbidos por una de las dos células hijas y luego degradados, en ocasiones estos pueden ingresar al torrente sanguíneo y ser absorbidos por una tercera célula distante. Si esa célula absorbe esta estructura, puede comenzar a utilizar por error el ARN ingerido como si fueran sus propios planos.

Frente a esta situación, los investigadores aspiran a aprovechar el poder del ARN del MBR para administrar medicamentos a las células cancerosas o evitar que se dividan.