Cusco: Alianzas de productores de cacao impulsan la protección del Santuario Megantoni

Con un rango entre 400 hasta casi 4,000 metros sobre el nivel del mar, dicho santuario exhibe diferentes paisajes en los que conviven y se desarrollan comunidades en armonía con la naturaleza.

Cultivo del cacao.

La Asociación de Productores Ecológicos de Cacao Medio Urubamba (APECMU) cuenta con un convenio de conservación con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) que facilita a 43 familias de la asociación el efectuar prácticas de cosecha y postcosecha. Asimismo, participan de diversas medidas de fortalecimiento de capacidades y conocimiento, en unión con otras familias asociadas.

La APECMU es una entidad enfocada hace más de una década al cultivo del cacao orgánico certificado en parcelas agroforestales localizadas en el sector de amortiguamiento del Santuario Nacional Megantoni, encontrado en el distrito de Echarate, provincia de la Convención, región Cusco.

El mencionado Santuario es la ventana que revela el mundo andino y amazónico. Los elementos naturales de esta zona natural protegida han sido ojos y oídos de las diferentes historias de familias productoras que gracias a su arduo trabajo y entrega logran organizarse para salir adelante.

A través de microcapitales promovidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Sernarp mediante el proyecto Amazonía Resiliente, la asociación de productores progresó en el adecuado manejo de sus suelos, plagas y vegetación nativa.

Esta iniciativa fue fundamental para que la compañía chocoletera La Ibérica y la administración del Santuario Nacional Megantoni suscriban una alianza con la cual protegerán más de 6,000 hectáreas, permitiendo que los habitantes establezcan un precio justo para la venta de su cacao.

Hoy en día los acuerdos de conservación establecidos con el área protegida contribuyen a salvaguardar 57,000 hectáreas, un cuarto del tamaño total del territorio. Además, de mano con las alianzas comerciales fijadas con el Estado peruano, las agrupaciones productoras y las empresas aportan a la resiliencia de los ecosistemas y, a su vez, de las personas que viven en ellos.

Así, se establece un mecanismo capaz de responder de una eficaz manera a la crisis actual del impacto del cambio climático y originar oportunidades de crecimiento y bienestar a las familias cacaoteras del Santuario Nacional Megantoni.

J.H.C.P.