En un informe periodístico del canal de televisión chino, CGTN en su versión en español, señala el carga montón hecho por las potencias como Estados Unidos, el cual acusó al país asiático que el virus está cobrando miles de vidas todos los días.
Sin embargo, la brújula estadounidense disparó hacia otro lado, de victimario a víctima porque el país del norte es uno de los más afectados por el COvid-19, sino por el ‘encubrimiento’ de China.
Asimismo, afirma el medio asiático que la Casa Blanca no habría aceptado las advertencias del coronavirus y su respuesta fue tardía.
El primer caso de una neumonía atípica detectada en Wuhan, capital de la provincia central de Hubei, fue exactamente a fin de año del 2019.
Fue el 02 de enero luego de cerrar Wuhan, empezó el trabajo de identificación del virus. Al dia siguiente, China informó a la OMS e intercambió con Estados Unidos. En esa fecha, la amenaza del nuevo virus comenzó a ser incluida en el informe diario de Trump.
Lo que generó en Estado Unidos, la activación de las alertas de inteligencia por el brote de este nuevo virus y la rápida propagación de este. Al mismo tiempo, el senador Richard Burr vendio 1.72 millones de dólares de acciones
A partir de enero, mientras que China estaba ocupada rastreando la propagación del virus y desarrollando kits de prueba, el volumen de advertencias también aumentó de parte de las agencias de inteligencia de EE. UU.
Fue casi al mismo tiempo cuando el senador Richard Burr vendió hasta 1,72 millones de dólares y acciones valorizadas en 628.000 dólares, que estarían relacionadas con dos grandes cadenas de hoteles (Wyndham Hotels y Resorts and Extended Stay America), descendiendo de manera significativa el valor de estos títulos.
El primer caso del covid-19 confirmada el 21 de enero en Estados Unidos , que no importó la magnitud de la epidemia ni a Trump ni a la Casa Blanca.
De esta manera, crece el número de infectados razón por la cual el 23 de enero se cierra la ciudad de Wuhan. Empieza la batalla frontal contra el nuevo coronavirus, y atemorizados un nuevo SARS que había llegado a China hace 17 años, se declararon en guerra.
Sin embargo, esta medida fue calificada como ‘excesiva’ y ‘una violación a los derechos humanos’, por algunos medios de comunicación occidentales.
Después de conocerse el primer caso de transmisión de persona a persona, cerrándose el acceso de fronteras a los viajeros de China. Sin imaginarse a las autoridades norteamericanas que el virus ya se había propagado en todo el país.
De esta forma, los kits de pruebas calificadas y la planificación de una estrategia más coordinada no se pudo realizar, perdiéndose una gran oportunidad para detectar la epidemia.
Ante esto, Estados Unidos pudo neutralizar la propagación del virus, con el cierre de sus fronteras a China. Al mismo tiempo, este periodo crítico fue desperdiciado.
A pesar, del cierre de escuelas en mediados de marzo, la Casa Blanca entró en razón y tomo en serio, anunciándose una emergencia nacional.
Sin saber, muchos pacientes quienes ignoraban estar infectados continuaron propagando el virus, a consecuencia de la mala coordinación que tuvo CCPEEU “Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades”, con los kits de prueba.
Sin embargo, todos echan la culpa a China de todo lo que hubiera o no hecho. Ellos lo afrontaron con todos sus recursos disponibles y lograron construir un hospital en menos de 15 días.
Ahora, ahora la cancha mundial está en Estados Unidos, potencia que podría voltear el pastel al mundo con todos los estudios y la tecnología que tienen con respecto al tema de las vacunas, es la decisión de la Casa Blanca actuar en el momento.
