Con dos goles, que amortiguaron los gritos de emoción, se logró un marcador (Perú 2 – 0 Paraguay) que salta fuera de la razón y apunta directamente al corazón. Un triunfo que roza nuestro vértice más sensible del patriotismo: el ilimitado y efervescente amor de la hinchada peruana.
¿Qué reclamarle a este equipo? Tuvo una racha de 3 partidos seguidos; fue a Quito, y ganó; llegó a Barranquilla y ganó; recibió a Chile y ganó; vino Bolivia y lo goleó. Tiene un ‘tigre’ llamado Ricardo Gareca que nos lleva a todos lados, un ‘aladino’ Cueva que le pone pasión, un ‘bambino’ Lapadula que, a base de entrega y goles (y uno que otro golpe), conquistó el corazón de miles de peruanos, un ‘pulpo’ Gallese que atajó 90 minutos de los 18 partidos, pero, sobre todo, tiene alma y corazón.
Al toque del último pitazo el partido llegó a su fin y el abrazo entre los jugadores se convirtió en una ceremonia en la cancha que enmarcaba el término de las Eliminatorias. Captando la mirada de todo aquel que veía el partido, Gianluca Lapadula corría a abrazar a sus compañeros y derramaba lágrimas a flor de piel mientras cantaba a viva voz la conocida canción compuesta por Polo Campos, ‘Contigo Perú’.
El efusivo amor hacia la patria percibido en la cancha conmovía a ‘La Mejor Hinchada del Mundo’ que estaba en las gradas, quiénes sólo respondieron con gritos y sollozos de felicidad que sellaban la gran labor de este humilde y valeroso equipo. Y es que llorar no es de débiles porque son hombres que dejaron todo para lograr su objetivo; llorar es agarrar aire y seguir adelante.
¡Vamos blanquirroja querida!, somos quintos en Sudamérica. Nos vamos al repechaje. Estamos a un partido del mundial. Bravo muchachos, nuestro aplauso y total respeto para todos ustedes que en el campo siempre pusieron la cara y ahora están peleando su clasificación a la máxima fiesta del fútbol. Allá vamos Qatar, allá vamos a buscar el sueño que necesitamos todos los peruanos para acercarnos a un mundial por segunda vez consecutiva.
¡Vamos Perú!
