La ola de violencia que se ha desatado en Colombia en los últimos meses previos a las elecciones locales se hace cada vez más frecuente en este país, según el informe de la Misión de Observación Electoral (MOE), pese a que se han desarmado a las FARC, que eran los autores de la mayoría de estos actos sanguinarios.
La última persona con un cargo político asesinada en este país fue Bernardo Betancourt, quien fue ultimado cuando un hombre le disparó este domingo a las afueras del municipio de Tibú, Norte de Santander, al interior del país.
Las autoridades colombianas ya se encuentran investigando en las zonas donde ocurrieron estos asesinatos, aunque según la Policía del Norte de Santander, entre sus sospechosos se hallan la guerrilla ELN o la banda criminal Los pelusos, aunque no hay pruebas directas que los vinculen con las muertes.
Según la MOE, en los tres meses de campaña electoral de Colombia, 40 candidatos han sido amenazados, dos secuestrados, atentaron contra la vida de cinco y siete han sido asesinados, superando a las muertes en las elecciones de 2015, donde cinco candidatos fueron ultimados.
X.V.C.
