La semana pasada en la provincia de Sichuan, al suroeste de China, unos agricultores encontraron a un panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) que andaba por entre sus tierras en el distrito de Baoxing. El animal no estaba ahí por casualidad, sino que se alejaba de la aldea para adentrarse en la espesura del bosque. Este presentaba buen aspecto, no tenía muestra de daños, rápidamente informaron a las autoridades sobre el hallazgo.
Esta es una bonita noticia para muchos que aprecian la naturaleza, aunque esta especie recientemente se está alejando del peligro de extinción, porque el esfuerzo de las autoridades chinas ha reducido considerablemente su caza. En la década de los ochenta el panda estaba a punto de desaparecer, pero se hizo un gran esfuerzo para que eso no pasara, de otra manera este bellísimo animal estaría solo en el recuerdo.
Actualmente en el mundo, la población de pandas ronda los dos mil ejemplares en libertad y un estricto programa de conservación liderado por el gobierno chino. El panda gigante parece estar cada vez más cerca de salir de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esto sin duda es una gran noticia para el mundo, ya que hace poco tiempo atrás los cazadores estuvieron a punto de acabar con él para siempre.
En conclusión, los pandas gigantes habitan una pequeña área montañosa entre la niebla en la cabecera del Yang-Tzé (provincias chinas de Sikang, Szechwan, Shensi, Kansu y Chinghai), contundentemente protegidas, además de inaccesibles. En 1869 el mundo no conocía la existencia del animal blanco y negro, pero un misionero francés descubrió la especie para la ciencia.
J.M.P