El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha convocado este martes al embajador de Bélgica en Moscú, Marc Michielsen, para expresarle su protesta en relación al uso de armas belgas durante la incursión de un grupo de sabotaje ucraniano en territorio ruso a finales de mayo.
“Se hizo hincapié en que la parte rusa había advertido en repetidas ocasiones del peligro de que las Fuerzas Armadas de Ucrania recibieran armas y equipos occidentales, así como de que se propagaran de forma incontrolada y cayeran en manos de formaciones terroristas”, reza el comunicado publicado por el organismo. Además, la Cancillería rusa instó a Bruselas a “no hacer la vista gorda ante las crecientes pruebas del apoyo del régimen de Kiev a los terroristas que atentan contra civiles e infraestructuras civiles en la Federación Rusa”.
La parte rusa también “llamó a Bruselas a no cerrar los ojos ante las evidencias multiplicadas del apoyo por parte del régimen de Kiev de terroristas, que tienen como objetivo la población e infraestructura civil de Rusia”, añadió el Ministerio.
“El 6 de junio, el Ministerio de Exteriores de Rusia convocó al embajador de Bélgica en Moscú, Mark Michielsen, al cual se le expresó una protesta firme en relación con las pruebas del uso de armas de producción belga por parte de los grupos de sabotaje que llevaron a cabo ataques terroristas contra el territorio de la región de Bélgorod”, indicó la diplomacia rusa.
El periódico estadounidense The Wall Street Journal publicó fotografías y vídeos de combatientes de los grupos ultraderechistas Legión Libertad para Rusia y el Cuerpo de Voluntarios Rusos, que se oponen al Gobierno de Vladímir Putin, durante una incursión en la región fronteriza rusa de Bélgorod, el pasado 22 de mayo, en el que aparecían con rifles de asalto Scar de fabricación belga.
Según el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, se transmitió al embajador ruso “una viva protesta tras unas revelaciones” de que “grupos subversivos que llevaron a cabo ataques terroristas en la región de Bélgorod”, en el sur de Rusia, hicieron “uso de armas fabricadas en Bélgica”. “Rusia ya advirtió en varias ocasiones del peligro de que se suministre a las fuerzas armadas ucranianas armas y equipos occidentales y de que estos se propaguen de forma descontrolada”, agregó el ministerio.
