Los cuerpos pertenecen a un capítulo gris vivido por ancestros de la ciudad de Bielorrusia durante la segunda Guerra Mundial, momentos que quedaron tatuados en el alma de cada ciudadano, al cual denominaron el Holocausto.
El descubrimiento se dio debido a que unos trabajadores encargados de la construcción de un departamento lujoso se toparon con trozos de tela, zapatos y una serie de objetos que llamaron su atención, por lo que decidieron continuar con la excavación.
Metros más abajo hallaron restos humanos, una cantidad incalculable de huesos enterrados en una fosa. Desde el hallazgo, soldados con entrenamiento especial son enviados con el objetivo de desenterrarlos. Hasta la fecha unos 1000 cuerpos de judíos han sido encontrados.
Según Dmitry Kaminsky, los cráneos presentan agujeros en diferentes zonas, lo cual indicaría que habrían muerto tras el impacto de balas.
Lo que sorprende a los investigadores es que, también se hallaron restos de pequeños cráneos, correspondientes a adolescentes e incluso el esqueleto de una mujer con restos de un bebé.
Según investigaciones, los cuerpos pertenecieron a individuos que lograron diseñar un escondite donde estarían a salvo de lo que venía sucediendo en la superficie, pero evidentemente, sus planes no se llegaron a concretar.
A.B.G.P.
