Bolivia: La importante decisión que debe tomar ya la derecha boliviana tras el triunfo del MAS

El triunfo este domingo de Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) dirigido por Evo Morales (ahora en el exilio), deja importantes reflexiones para todos los bandos políticos

El triunfo del MAS le deja ahora amargos sabores que le obligan a replantear su estrategia, lo que hace que se pueda convertir en una fuerza más agresiva y antielectoral

El MAS nació como resultado de un movimiento paradójico: por una parte, es producto del proceso de ampliación de la democracia en el periodo 1982-2000; y por la otra, es consecuencia de la crisis de ese mismo proceso.

La primera es que ‘estar en el gobierno’ no es ejercer el poder. El liderazgo político de izquierda, al estabilizarse en el gobierno, tiende a pensar que ya el trabajo se hizo y el triunfo es definitivo, pero, como todos los partidos gobernantes, va cometiendo errores y acumulando malestar. 

Para incorporar a los movimientos sociales al Estado tras la aprobación de la Constitución, el gobierno creó el Mecanismo Nacional de Participación y Control Social, dependiente del Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, como la instancia gubernamental encargada de llevar adelante el proceso de participación de la «sociedad organizada.

Hay que recordar que el MAS no solo evitó una profundización del conflicto después de las masacres de Senkata y Sacaba, también negoció su estadía en el Congreso con acuerdos pragmáticos. Los movimientos sociales, por su parte, no respondieron a la ultraderecha con las mismas armas cuando esta quemaba casas de dirigentes del partido y linchaba a varios de sus hombres y mujeres.