Bióloga peruana analiza la facultad de las bacterias para generar corriente eléctrica

Su aplicación es analizada para el tratamiento de aguas y la producción de energía

Silvia Sato, bióloga peruana, forma parte de un equipo de investigación en la Universidad de Tsukuba (Japón) que analiza y busca mejorar el comportamiento de la bacteria Shewanella oneidensis.

Silvia Sato, bióloga peruana, fue becada para una pasantía en la Universidad de Gifu (Japón) quien previamente también tiene una maestría en Microbiología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, señala a la agencia Andina que estas bacterias, Shewanella oneidensis se encuentran en el ambiente, principalmente en lagos, suelos o sedimentos marinos.

Y que este tipo de microorganismos, han demostrado una capacidad de transferir electrones hacia afuera de sus células y generar así una corriente eléctrica dentro de ciertos sistemas. Destaca que también se ha estudiado el potencial de las celdas de combustible microbiano para el tratamiento de las aguas para su descontaminación.

“Es un microorganismo que puede utilizar el oxígeno como aceptor final de electrones pero es, al estar en ambientes sin oxígeno y al usar otras moléculas, donde se aprovecha su potencial de generar una corriente eléctrica”, explica Silvia. 

¿Cómo logra generar energía?

Este microorganismo tiene la capacidad de transferir electrones desde su célula hacia los electrodos, a partir de la oxidación de los sustratos otorgados (en específico, lactato). Al modificarse los electrodos basados en carbono se logra mejorar la transferencia de electrones hacia éste, señala la investigadora del Laboratorio de Bioelectroquímica de la Universidad de Tsukuba. 

Por ahora, la investigación revela que los electrodos modificados dan una mejor respuesta que los electrodos sin ningún tratamiento previo, mientras que la corriente y el voltaje aumenta dependiendo del tipo de mediador utilizado.

Si bien la investigación no tiene como objetivo central producir energía de manera aplicada, el proceso ayudará a acelerar la transferencia y, por lo tanto, aprovechar al máximo el potencial de estas bacterias para la generación de electricidad. Esta investigación podría escalar a su aplicación, con resultados positivos.

Y.A.E.LL