El jefe de Epidemiología de la Diresa Áncash, Jaime Salazar, aseguró que, la disminución de casos en la región es sostenido. De igual forma sucede con el indicador de personas fallecidas a causa de la enfermedad, aseveró.
En el mes de enero, con el pico de casos por COVID-19 a causa de la variante ómicron, Áncash acumuló 32,726 casos, en febrero la cifra alcanzó a 6,511 y en marzo 2,502. Las cifras mencionadas aseguran el descenso sostenido al que refiere el especialista.
En cuanto a las defunciones, la Sala Situacional COVID-19 de la Diresa da cuenta en mayo se registraron 18, a la vez el mes de abril los fallecimientos fueron 19.
“En la segunda ola, el número total de fallecimientos fue de 3,364 mientras que en la tercera ola fueron 281, pese a la gran cantidad de contagios, lo que significa que las vacunas han funcionado y han hecho que las personas no desarrollen cuadros graves y por lo tanto fallezcan”, destacó el funcionario de la Diresa.
Aun cuando aparentemente las cifras son alentadoras, el especialista recomendó a los ciudadanos a no bajar la guardia y seguir con los respectivos protocolos de bioseguridad para evitar la propagación.
E. R. D. P.