El expresidente Alberto Fujimori, condenado a 32 años por la justicia peruana, solicitó al primer mandatario y al Poder Judicial que no permitan que regrese a prisión porque lo estarían condenando a muerte.
“Quiero pedirle al presidente de la República y a los miembros del Poder Judicial una sola cosa: por favor no me maten […] si regreso a prisión, mi corazón no lo va a soportar (porque) está demasiado débil para volver a pasar por lo mismo. No me condenen a muerte, ya no doy más”, clamó en un video grabado desde la clínica Centenario donde se encuentra internado.
Asimismo, exhortó a las autoridades y políticos, con rostro alicaído, que no lo utilicen como arma política porque ya no tiene fuerzas para resistir su vuelta a la Diroes.
Estas declaraciones las brinda un día después de conocer la decisión del juez Hugo Nuñez Julca de aprobar el pedido de anulación del indulto humanitario solicitado por la parte civil, es decir, los deudos de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
A raíz de ello, Fujimori sintió una descompensación y, por ello, fue llevado desde su casa en La Molina a la clínica Centenario, en Pueblo Libre, donde usualmente recibe tratamiento, acompañado de su hijo Kenji Fujimori.
Agentes de la Policía Nacional del Perú se encuentran a la espera, en las afueras del recinto, de que los médicos emitan la orden de alta para así cumplir con la segunda parte de la orden judicial: su traslado a un establecimiento penal.
A.A.M.
