A once años del fallecimiento de Blanca Varela

La poeta peruana fue un de las voces femeninas predominantes del Perú y a nivel internacional.

Una de sus obras más destacadas es libro poemario "Ese puerto existe" lanzado en 1959. (Foto: difusión)

La poetisa Blanca Varela cumple 11 años de fallecida. Es reconocida por ser una de las voces más importantes de la literatura lírica y por haber sido la primera mujer en ganar el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca.

Estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Fue en este lugar donde conoció a grandes figuras de la literatura peruana como al poeta Sebastián Salazar Bondy, al ensayista literario Javier Sologuren, ambos de la Generación del 50, y quien sería su primer esposo el pintor vanguardista Fernando de Szyszlo.

En 1947, junto con el artista plástico Szyszlo escribió en la revista Las Moradas, quien fue dirigido por Emilio Adolfo Westphalen. Paralelamente, escribió en Amaru. Durante su transcurso como escritora, su relación con el artista fue siendo cada vez más mayor, donde ambos tenían un propósito en común y era su pasión por renovar la poesía y el arte peruano.

Más tarde, se embarcaría a Europa, principalmete Francia, donde se casó con su amigo Fernando Syszlo. Fue en este país donde se rodeó de grandes referentes de la literatura Latinoamericana, donde concurrían a las reuniones en el Café Flor, que ahí conoció al argentino Julio Cortázar, al poeta nicaragüense Carlos Martínez Rivas, y al mexicano Octavio Paz.

Blanca Varela junto a su amigo Octavio Paz, quien siempre aprecio las poesías de Varela, pudo editar uno de sus primeros poemas como Puerto Supe, que diez años más tarde fue lanzado bajo el libro poemario Ese puerto existe (1959).  

Cabe recordar que el título del libro nació de una conversación entre los dos amigos, quienes estaban buscando el nombre indicado.  La primera respuesta fue “Perú: Puerto Supe”. Sin embargo, ante la negatividad de Paz, Varela le respondió con un “Pero, Octavio, si ese puerto existe”. Y acto seguido, acompañado con una sonrisa en el rostro, le dijo: “Ese es el título, Blanca, ya lo tenemos”.

C.M.D.M.