A 86 años del asesinato del expresidente Luis Miguel Sánchez Cerro

«Alguien apretó el gatillo para quitar la vida al general Sánchez Cerro se encontraba en el gobierno».

El asesinato del expresidente y militar Luis Miguel Sánchez Cerro, estuvo por muchos años envuelto en misterios y especulaciones, hoy después de un poco más de ocho décadas, recordaremos cómo se produjo el lamentable hecho.  

  • El primer presidente mestizo   –

Luis Miguel Sánchez Cerro nació un 12 de agosto de 1889, en el departamento de Piura, en la cuna de una familia con ascendencia indígena peruana, sus padres fueron Antonio Sánchez y de Rosa Cerro. Desde muy joven él entró al mundo militar en la Escuela de Oficiales del Ejército. Cabe destacar, que sus ascensos en la Escuela fueron dificultosos por su origen mestizo.


Luis Miguel Sánchez Cerro

Sin embargo es en el año 1914, que Sánchez Cerro participa en el golpe militar de Oscar R. Benavides contra el entonces presidente civil Guillermo Billinghurst. Dieciséis años después, el militar Luis Miguel Sánchez Cerro, se alzó contra el mandatario Augusto B. Leguía, y es allí donde un grupo de revolucionarios le escogen como presidente interino el 27 de marzo de 1930.


La segunda vez que Sánchez Cerro entró al mandato, fue en el año 1931 como presidente constitucional bajo su partido político Unión Revolucionaria, sin embargo, la asociación política Alianza Popular Revolucionaria Americana, más conocido como Apra, se rehusó a aceptar este suceso, dado que, el Apra no admitió su victoria electoral. Y es allí donde empieza las razones que envolvieron la muerte de Sánchez Cerro.

  • Contexto político  –

Como ya se ha mencionado, uno de lo mayores logro de Luis Sánchez Cerro, fue derrocar el mandato de Leguía, el cuál duró once largos años. La permanencia interina de Sánchez Cerro en el poder y su lanzamiento a elecciones para el año 1931, fue muy popular para la clase trabajadora del país pues se sentían identificados con el origen indígena mestizo del exmandatario, además de estar de acuerdo con su fervor nacionalista característico de un militar.

Las elecciones de 1931, las ganó Luis Miguel Sánchez Cerro, como lo hemos mencionado líneas arriba. Pero para contextualizar, cabe indicar que a esas elecciones también se presentó el pensador y político peruano, Víctor Raúl Haya de la Torre, por el Partido Aprista Peruano, esta situación causó gran entusiasmo y expectativa entre los electores de esa época. Pero lo que resultó de este acontecer, fue que el país se dividió en dos.

Tras el sufragio, los resultados fueron los siguientes: Sánchez Cerro con 152 000 votos; Haya de la Torre en segundo puesto con 106 000; José María de la Jara y Ureta con 21 921; y Arturo Osores con 19 653. La polémica se desató cuando los simpatizantes apristas acusaron de fraudulento el proceso electoral. Por dos presuntas razones: primero pues era claro que La Iglesia, el ejército y la oligarquía estaban en contra del partido aprista y la otra razón es que no aceptaron la derrota.

Es así que militantes apristas indicaron que Haya de La Torre era el
«Presidente moral de Perú», pese a que él había aceptado su derrota, pues había una clara diferencia a favor de Sánchez Cerro. De esta manera, los apristas se quedaron con un amargo sabor de boca y con una inmensa frustración, estas reacciones fueron claras, dado a que el partido de la Estrella se instituyó como la oposición del gobierno de Sánchez Cerro.


La oposición llevó a que el Congreso diera «Ley de emergencia» al partido Aprista, cerraron sus locales, clausuraron su periódico, sus líderes fueron perseguidos y Haya de La Torre terminó siendo arrestado en la Isla del Frontón. A causa de la ley de emergencia, militantes apristas se encontraban enfurecidos, y uno de ellos fue capaz de realizar el primer atentado contra la vida del entonces presidente en el año de 1932, tras un disparo a sangre fría, médicos salvaron a Sánchez Cerro de la muerte.

  • Un mando interrumpido   –

Era una tarde como hoy, 30 de abril de año 1933, Luis Miguel Sánchez Cerro se encontraba en el antiguo hipódromo de Santa Beatriz, ahora Campo de Marte, mientras pasaba revista a las tropas peruanas quienes irían a la región amazónica, ya que había ocurrido un enfrentamiento con el ejército colombiano. Y, alrededor de la una de la tarde, el expresidente se retiraba lentamente a bordo de su auto descapotado sin imaginar lo que ocurriría.

Quince metros adelante, un fanático aprista vestido con pantalón azul, camisa a rayas y zapatos amarillos (Según archivos de El Comercio), se acercó al automóvil y acribilló a Luis Miguel Sánchez Cerro, burlando la seguridad. El magnicida, se llamaba Abelardo Mendoza Leiva, y su cuerpo yació en el pavimento después de que cuerpo fuera abatido, lamentablemente, a su costado estaba el cadáver del gendarme Teodoro Rodríguez Pisco, quien lo había estado persiguiendo.

El chofer del auto frenó intempestivamente y se dirigió al Hospital Italiano ubicado en la avenida Abancay, sin embargo y pese al esfuerzo de los médicos, poco o nada se pudo hacer, Luis Miguel Sánchez Cerro había muerto. El informe del médico que lo asistió antes de su muerte, Carlos Brignardello, decía que hubo dos clases de disparos: de menor calibre, de arriba abajo y de mayor calibre, de abajo arriba.

Ese mismo día, el Congreso eligió a Oscar Benavides como presidente con 81 votos a favor. Al día siguiente, 1 de mayo, el Congreso declaró duelo nacional y todas las banderas de Perú estaban izadas a media asta. Las calles de Lima se encontraban vacías a excepción del Palacio de Gobierno, donde seguidores de Sánchez Cerro le daban el último adiós. El cuerpo de expresidente yace en el cementerio Presbítero Maestro.


C.M.F.