En el período comprendido entre 2017 y 2021, se registraron hasta 42 ataques a periodistas y trabajadores en el Registro de la Asociación de Periodistas de Macedonia (AJM, por su nombre en inglés). La forma más común de amenaza a la seguridad de los periodistas son las amenazas verbales.
De los 42 casos de ataques a periodistas, 25 fueron amenazas verbales, 14 fueron agresiones físicas, dos fueron ataques a centros de medios de comunicación y una fue en forma de encarcelamiento de un periodista.
Estos datos se muestran en la última publicación titulada «Ataques a periodistas y trabajadores de medios 2017 – 2021: Tendencias y Recomendaciones» en la que la Asociación de Periodistas de Macedonia recoge algunas de las violaciones más graves de los derechos de los trabajadores de los medios en el país.
La primera conclusión que se desprende de la publicación es que el número de ataques a mujeres periodistas es superior al de ataques a hombres periodistas en los dos últimos años.
A menudo se usa una retórica machista, lo que da a estos ataques una característica adicional que es el hecho de que no solo se refieren al trabajo de los periodistas, sino que también parecen basarse en el género.
La segunda conclusión en el contexto de la seguridad de los periodistas es que la frecuencia de las agresiones y amenazas contra los trabajadores de los medios de comunicación aumenta en situaciones políticas turbulentas, especialmente durante las elecciones. Según la AJM, las frecuentes calificaciones difamatorias de los periodistas como enemigos por parte de políticos y funcionarios públicos podrían animar aún más a los simpatizantes de los partidos a seguir su ejemplo y continuar amenazando la seguridad de los periodistas y los trabajadores de los medios de forma similar.
La tercera conclusión del análisis es que las agresiones físicas a periodistas disminuyeron durante la pandemia, mientras que las amenazas en línea contra los periodistas aumentaron significativamente.
La cuarta tendencia y la más importante, según la AJM, es la impunidad de las agresiones a periodistas, un problema que requiere un compromiso más serio por parte de las autoridades policiales y judiciales:
A pesar de los numerosos informes nacionales e internacionales que denuncian este problema, y de las numerosas conferencias, análisis y publicaciones que lo abordan, la impunidad de las agresiones a los periodistas continúa y ha sido señalada como un ejemplo negativo en el contexto mundial.
¿Qué tipo de ataques han enfrentado los trabajadores de medios?
En 2017, se recogieron en el Registro de la AJM 16 agresiones a periodistas y trabajadores de los medios. De todas, seis fueron ataques verbales a periodistas, nueve fueron agresiones físicas y hubo un caso de destrucción de propiedad privada.
En 2017, se produjo el asalto al Parlamento, también conocido como el «jueves sangriento«, cuando atacaron a 20 trabajadores de los medios, y algunos recurrieron a los tribunales a pedir justicia. El Tribunal Civil básico de Skopie rechazó sus demandas. Según el informe de la AJM:
Mientras tanto, los únicos que han recibido justicia por los sucesos del 27 de abril son los políticos. Sus agresores ya están condenados. Esto dice mucho del doble rasero con el que se tratan los casos de violencia contra los periodistas frente a los políticos, así como del enorme grado de impunidad de las agresiones a los periodistas.
En 2018, la AJM registró tres casos de agresiones a periodistas. El periodista Armand Braho fue atacado durante una conferencia del partido Alianza por los Albaneses (AA) en Struga. Según él, miembros del partido le acosaron, le impidieron retransmitir la conferencia en directo y, tras el evento, lo agredieron físicamente.
El segundo caso de agresión a periodistas se registró en marzo de 2018, cuando el hermano de un alto funcionario del partido político gobernante, Unión Democrática para la Integración amenazó de muerte al entonces presidente de la AJM, Naser Selmani. La condena de las amenazas por parte de la comunidad internacional y una protesta frente al edificio del gobierno llevaron a la Fiscalía de base a abrir una investigación sobre el caso, pero no llegó a presentar cargos.
En el tercer caso, la Policía detuvo al periodista de Informax Borislav Stoilkovikj supuestamente por negarse a identificarse cuando filmaba e informaba sobre una protesta, aunque la revisión de las imágenes reveló que llevaba una identificación de periodista al cuello.
En 2019, se registraron otros cuatro casos graves de agresiones a periodistas, así como otras veinte amenazas e incidentes menores. El ataque más grave fue contra el equipo de TV 21 en el municipio de Aračinovo.
En este ataque hubo elementos de privación ilegal de libertad, cuyas grabaciones de audio y vídeo fueron publicadas por los medios. El caso no fue denunciado oficialmente al Ministerio del Interior, por lo que este alegó que no podía iniciar un procedimiento. La AJM ha declarado públicamente en repetidas ocasiones que, debido a la naturaleza del delito, es necesario que la propia fiscalía actúe de oficio. Finalmente, el caso no se resolvió, a pesar de que el alcalde de Aračinovo, Milikije Halimi, se disculpó públicamente por el incidente, lo que confirmó que realmente ocurrió.
En 2020, la AJM registró 12 amenazas a periodistas, una agresión física y un ataque a los medios. De las 12 agresiones registradas contra periodistas en Macedonia del Norte, en nueve casos las víctimas del ataque fueron mujeres periodistas.
Las mujeres periodistas son el objetivo más frecuente de los ataques
Desde principios de 2021, la AJM ha registrado un total de cinco ataques, cuatro verbales y uno físico. Lo preocupante es que en 2021 la mayoría de estos ataques (tres) fueron dirigidos a mujeres periodistas.
Según la AJM, esta es una continuación del fenómeno negativo observado en 2020: el número de ataques a mujeres periodistas es mayor que el número de ataques a hombres periodistas.
Es interesante que en los tres ataques verbales a mujeres periodistas en 2021, las amenazas provengan de figuras políticas. Esto dice mucho de la escasa cultura de la comunicación pública en la relación entre un funcionario público y un periodista, pero también habla del hecho de que los funcionarios públicos se animan fácilmente a proferir amenazas contra las mujeres periodistas en Macedonia del Norte. Es importante subrayar que la Fiscalía o el Ministerio del Interior no han abierto ningún expediente oficial, a pesar de que algunas de las amenazas fueron denunciadas a la Policía.
Esta preocupante tendencia, según AJM, podría provocar el llamado «efecto de enfriamiento» por el que las mujeres periodistas se autocensuran para no seguir hablando o investigando sobre un tema concreto, o, en los casos más extremos, se retiran completamente de la profesión periodística. La AJM declaró:
Esa inhibición viene motivada además por la inacción de las instituciones o por la ineficacia en la realización de las investigaciones y en la obtención de pruebas. El Ministerio del Interior, como herramienta en manos de la fiscalía, es la única institución que tiene acceso a los mecanismos de recogida de pruebas en el ámbito online, donde es necesario localizar a los atacantes mediante direcciones IP y similares. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la decisión final de iniciar un proceso penal contra los agresores corresponde a la fiscalía. Los ataques a mujeres periodistas a través de diversas plataformas en línea deben hacer saltar la alarma en las instituciones porque vivir en la era digital ha hecho que los agresores sean más valientes, confiados y feroces en sus ataques.
Muy a menudo, los ataques a periodistas proceden de perfiles anónimos en las redes sociales o de los llamados «bots» que utilizan VPN (redes privadas virtuales), por lo que pueden ocultar fácilmente sus huellas en línea y es difícil que puedan localizarse incluso para las instituciones competentes. La AJM señaló que, en la práctica, el procedimiento para localizar a los atacantes que utilizan plataformas de Internet es difícil y lento. Para identificar a estos agresores, es necesario mejorar la cooperación interinstitucional. Para recabar información más allá de las fronteras, las fuerzas de seguridad nacionales tienen que utilizar los instrumentos de asistencia jurídica internacional, lo que no siempre es eficaz, ya que la voluntad de cooperación puede variar de un país a otro, especialmente cuando se han utilizado herramientas que permiten la comunicación anónima.
¿Qué sigue?
Como salida a estas situaciones, la AJM recomienda varias medidas para proteger a los periodistas y trabajadores de los medios. En primer lugar, se requiere que el Parlamento apruebe cuanto antes las enmiendas propuestas al Código Penal, en las que se contemplan las formas tipificadas de los actos delictivos que afectan a los periodistas. Para la formulación de estas enmiendas se consultó tanto a las asociaciones de periodistas como a los sindicatos.
Además, la AJM exige que el Ministerio del Interior aumente la eficacia del trabajo del Departamento de Cibercrimen y Análisis Forense Digital para encontrar fácilmente a los autores de los ataques en línea a periodistas y trabajadores de los medios. También pide que se creen unidades especiales en la Fiscalía y en los juzgados que estén formadas y especializadas en la seguridad de los periodistas; que se mejore la cultura de la comunicación pública entre los actores políticos para no fomentar los ataques en línea y fuera de línea; y que se vigile y documente el discurso de odio y las agresiones de género a periodistas en el espacio de internet por parte del sector de la sociedad civil, entre otros.
Además, en el último informe sobre el progreso de Macedonia del Norte, la Comisión Europea recomienda que no se tolere la intimidación y los ataques a los periodistas.
Hay que prestar atención a los derechos laborales de los periodistas. La recomendación es imponer un sistema de tolerancia cero a la intimidación, las amenazas y la violencia contra los periodistas en el ejercicio de su profesión, y garantizar que los agresores sean castigados.
(Este artículo de Meri Jordanovska se publicó originalmente en Truthmeter.mk. Reproducimos una versión editada. Fundación Metamorphosis)