Un aniversario de trascendencia histórica
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Johnny Montalvo Falcón, analista Internacional
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Este 2 de noviembre se celebran los 50 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Perú y la República Popular de China.
En el mes de setiembre de 1971, en el XXVI Período de Sesiones de la Organización de las Naciones Unidas, la representación peruana votó a favor del ingreso de la República Popular de China a ese organismo internacional, y poco después, el 2 de noviembre de 1971, ambos países establecieron relaciones diplomáticas oficiales mediante la emisión de un Comunicado Conjunto simultáneamente en Lima y en Beijing. Por entonces China era liderada por el presidente Mao Zedong (1949-1976), y en Perú existía un gobierno militar encabezado por el general Juan Velasco Alvarado (1968-1975).
En el Comunicado Conjunto suscrito por ambos países se estableció el común respeto a la soberanía de cada Estado, el reconocimiento del principio de la convivencia pacífica de los pueblos, el derecho a la no intervención en los asuntos internos de cada Estado, y el reconocimiento del Perú hacia el Gobierno de la República Popular de China como el único representante oficial del pueblo y de la nación China. Desde entonces, la política de Estado del Perú de reconocimiento del principio de “una sola China” no ha variado y es el principio rector de las relaciones entre ambos países.
Desde 1971 las relaciones bilaterales entre Perú y la República Popular de China han estado marcadas por la cooperación, la colaboración y la solidaridad internacional. En los primeros años del establecimiento de relaciones diplomáticas oficiales, en China se estaba llevando a cabo la “revolución cultural”, mientras que en Perú gobernaba un gobierno militar progresista que había tomado una serie de medidas reformistas y que en el plano internacional formaba parte del Movimiento de los Países No Alineados. Durante el gobierno militar del general Velasco, el Perú suscribió con la República Popular de China el “Acuerdo de Cooperación Económica, Científica y Técnica” (Beijing, 1971), y un “Acuerdo Comercial” (Lima, 1972).
Posteriormente, en 1978, mientras gobernaba China el líder Deng Xiaoping (1978-1989) y se iniciaba la política “Reforma y Apertura al Exterior”, en Perú se convocaba a una Asamblea Constituyente que daría un marco democrático al nuevo gobierno civil que se instauraría en Perú luego de que los militares dejaran el poder en 1980. En la década de los ochentas, China bajo el liderazgo de Deng experimentaría profundas reformas económicas que le llevarían a un crecimiento económico de 10% de su PBI anualmente durante casi tres décadas; mientras que en Perú, durante el segundo gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry (1980-1985) se llevarían a cabo algunas reformas liberales y de apertura al comercio internacional, manteniéndose las relaciones bilaterales con China basadas en el principio de “una sola China”.
En 1980 se había iniciado en Perú un movimiento terrorista que causaría graves perjuicios, tanto a la economía como a la vida social de los peruanos. La imposibilidad del presidente Belaunde para controlar ese brote terrorista permitió que en las elecciones generales de 1985 asumiera el poder un joven socialdemócrata del partido aprista, Alán García Pérez (1985-1990). En su gobierno, que fue presa de la hiperinflación y del incremento de las acciones terroristas a nivel nacional se mantuvo la política de estado del reconocimiento de una sola China, y hubo un intercambio de viajes de funcionarios de alto nivel entre ambos países, incrementándose las relaciones bilaterales. En 1986 se firmó un “Convenio Cultural” entre Perú y China, y se establecieron vínculos comerciales entre las empresas públicas de ambos países.
En 1990, es elegido presidente del Perú Alberto Fujimori Fujimori, quién el 5 de abril de 1992 dará un golpe de Estado y gobernará el Perú durante toda una década. Cabe señalar que durante este período también el Perú realizará profundas transformaciones económicas como las privatizaciones de las empresas públicas y su apertura comercial al exterior, lo que permitirá la llegada al país de nuevas inversiones de otros países y el incremento de sus exportaciones hacia el mundo. La captura del cabecilla terrorista Abimael Guzmán en setiembre de 1992, devolverá la paz al Perú y se comenzará un nuevo periodo más favorable para el desarrollo económico y el progreso social del país andino.
Debe señalarse que entre las empresas que llegan a Perú en este periodo destaca la presencia de la mayor empresa de petróleo y gas de China “China National Petroleum Corporation” (CNPC), que a través de su sucursal SAPET Development Peru, inicia sus operaciones el 23 de octubre de 1993. Esta es la primera inversión china en Perú, que opera desde entonces en el norte del país andino, en la ciudad de Talara, en la región Piura. Este fue el inicio de las operaciones internacionales de CNPC en Latinoamérica. SAPET fue la primera empresa multinacional de CNPC que abrió el camino para que otras empresas chinas exploren el mercado internacional en especial el mercado Latinoamericano.
Debe resaltarse que durante su mandato, Alberto Fujimori realizó tres visitas como Jefe de Estado a la República Popular de China. Del mismo modo, el Primer Ministro de China, Li Peng tuvo ocasión de visitar el Perú en octubre de 1995. Asimismo, el Comunicado de 1971 (reconocimiento de una sola China) fue ratificado por pronunciamientos presidenciales en los años 1994 y 1999. Durante este período se suscriben el “Convenio sobre Promoción y Protección Recíproca de Inversiones” (Beijing, 1994), un “Convenio de Transporte Marítimo” (Lima, 1998), así como el “Acuerdo sobre Reconocimiento Mutuo de Grados y Títulos Universitarios” (Beijing, 1991) y el “Convenio de Intercambio y Cooperación de Profesionales” (Beijing, 1997).
Como resultado de las excelentes relaciones bilaterales de más de 25 años, así como de las visitas mutuas de más alto nivel entre ambos países, el gobierno de la República Popular de China, entonces liderada por Jiang Zemin (1989-2002), apoyó el ingreso del Perú al principal foro del Asia Pacífico, el APEC (Asia Pacific Economic Cooperation) en el año 1997 en la Cumbre de Líderes de Vancouver, Canadá, lo que se tradujo en la toma de posiciones comunes de ambos países en ese y otros foros internacionales. Este ha sido también uno de los principales hitos en la historia de las relaciones bilaterales entre Perú y China.
La década de los noventa fue una década brillante para China y su posicionamiento a nivel global así como para las relaciones bilaterales entre Perú y China. El desarrollo de China se va convirtiendo en el motor de la economía mundial. Cabe resaltar que en la última década del siglo XX, China comienza a destacar como una economía exportadora y asimismo sus grandes empresas públicas, sobre todo de recursos naturales, dan sus primeros pasos como fuente de inversiones directas en otros países. El progreso de China resulta evidente y en el año 2000 según los reportes del Banco Mundial China se convierte en el segundo país receptor de inversiones directas del mundo y en la cuarta economía exportadora del planeta. Todo esto en tan solo dos décadas de liberalización económica y apertura comercial (World Development Report 2001).
Con la recuperación de la Democracia en el año 2000, el Perú mantuvo su política de Estado de reconocimiento de una sola China y las relaciones bilaterales se afianzaron. Cabe resaltar que durante el gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua y durante la administración del presidente Alejandro Toledo (2001-2006), el Perú mantuvo su interés en las relaciones con las economías del Asia Pacífico en general y con la de China en particular. En este sentido, se dinamizó el rol del Perú en el principal foro intergubernamental de la región: el APEC, y se priorizó el acercamiento con la República Popular de China como oportunidad de mercados para nuestros productos de exportación, así como país fuente de nuevas inversiones.
Con esa finalidad el gobierno peruano junto con el sector privado, impulsaron los Convenios sanitarios requeridos para que los productos agropecuarios pudieran acceder al mercado chino. El Perú necesitaba extender su oferta exportable y buscaba mercados para sus productos no tradicionales de exportación en especial los agropecuarios. Del mismo modo, en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú se creó la Sub-secretaría para asuntos del Asia y la Cuenca del Pacífico, lo que tradujo en términos orgánicos el especial interés por esa región del mundo. Asimismo, el reconocimiento del gobierno peruano del status de China como “economía de mercado” en el mes de noviembre de 2004, fue un paso importante para el estrechamiento y fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
Durante los primeros años del nuevo siglo se incrementan las visitas de altos funcionarios de Perú y China. El Presidente Alejandro Toledo participó en la Cumbre de Líderes de APEC en Shanghai (China 2001), donde sostuvo un encuentro con el presidente de la República Popular de China, Jiang Zemin. La conversación se desarrolló en forma muy amistosa y se centró en la posibilidad de incrementar las inversiones chinas y el comercio bilateral con el Perú. Como consecuencia de ese encuentro de las más altas autoridades de ambos países el gobierno peruano decidió abrir un Consulado General y una Oficina Comercial en Shanghai (mayo 2002) para promover las exportaciones del Perú hacía China.
Como resultado del vertiginoso crecimiento económico de China en las últimas décadas, los chinos consiguieron alcanzar un mejor status económico, de tal modo que muchos ciudadanos chinos pueden viajar como turistas alrededor del mundo. En este sentido, China se ha venido convirtiendo en uno de los principales países de donde provienen los turistas a escala global. Por esta razón, son muchos los países en el mundo los que buscan atraer a los turistas procedentes de China. En ese sentido, uno de los logros más importantes en las relaciones bilaterales entre ambos países ha sido que el Perú fuese declarado por el gobierno de China como país “destino oficial del Turismo Chino” en diciembre de 2005. Esto ha logrado estimular desde entonces los contactos e intercambios entre las agencias de viaje y los operadores turísticos de ambos países.
En el año 2006 llega al poder en el Perú nuevamente el ex presidente Alan García, quien era un admirador del milagro económico chino y reconocía el valor histórico de Deng Xiaoping en el proceso de cambios ocurrido en la República Popular. Asimismo, era un admirador del pensador Confucio habiendo publicado un libro “Confucio y la Globalización” que fue comentado positivamente en China. Durante su segundo gobierno (2006-2011) el presidente García impulsó el fortalecimiento de las relaciones con la República Popular de China, y su principal esfuerzo se concentró en alcanzar la suscripción de un acuerdo de libre comercio con China, que pudiera abrir el inmenso mercado chino a nuestros productos de exportación no tradicional, agrícolas, forestales y pesqueros.
Durante su mandato el presidente García, que ya había visitado China varias veces, realizó una visita oficial a ese país el 19 de marzo de 2008, siendo recibido por el presidente Hu Jintao (2002-2012) en el Gran Palacio del Pueblo, donde suscribieron diversos convenios bilaterales de cooperación en áreas de economía y tecnología, intercambio cultural, y prensa. En su discurso de bienvenida el presidente Hu Jintao resaltó que las relaciones bilaterales se habían desarrollado de forma sana y estable sobe la base del respeto mutuo, la igualdad y la amistad. Del mismo modo, el presidente García señaló que entre Perú y China existía una tradicional amistad y que la política de estado del Perú continuaba aplicando con firmeza el principio de una sola China. Por entonces, China se había constituido en el segundo socio comercial del Perú con un intercambio que llegó a los 5,292 millones de dólares en 2007.
Asimismo, el presidente Hu Jintao visitó Lima en el marco de la Cumbre de Líderes de APEC en noviembre del 2008, siendo recibido en Palacio de Gobierno de Lima por el presidente Alan García, quien luego de reunirse con el presidente Hu Jintao en privado, comunicó a la prensa internacional que ambos gobernantes habían acordado suscribir un acuerdo de cooperación y asociación estratégica, y que se habían concluido las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre los dos países. Hu Jintao por su parte, expresó su gran satisfacción por la conclusión de las tratativas sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países, lo que significaría en el futuro un estrechamiento de las relaciones sino-peruanas. Esta fue la primera vez que un mandatario chino llegaba en visita oficial al Perú desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1971.
El 28 de abril de 2009 se suscribió en Beijing el Tratado de Libre Comercio entre el Perú y la República Popular de China (que entró en vigencia el 01 de marzo del año 2010), estableciéndose un marco general que posibilitaría el incremento de las relaciones económicas, comerciales, científicas y culturales entre ambos países a futuro. En este acuerdo se negociaron los siguientes capítulos: Trato Nacional y Acceso a Mercados, Reglas de Origen, Procedimientos Aduaneros, Defensa Comercial, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Obstáculos Técnicos al Comercio, Comercio de Servicios, Entrada Temporal de Personas de Negocios, Inversiones, Derechos de Propiedad Intelectual, Cooperación, Transparencia, Administración del Tratado, Solución de Controversias y Excepciones. La suscripción de este TLC significó el comienzo de una nueva etapa a partir del año 2010 que posibilitaría el incremento del comercio bilateral entre ambos países así como de los flujos de inversiones consolidando las relaciones oficiales de cuatro décadas.
Debe resaltarse que es una política de Estado del Perú convertirse en el “Centro de Operaciones de las Economías del Asia en América del Sur”, y en este sentido, el TLC con China significó para el Perú la oportunidad de establecer reglas de juego claras, con un marco transparente y previsible, que permitiría tener un comercio bilateral ordenado, el cual salvaguardaba justificadamente los intereses nacionales. Asimismo, brindó una señal positiva que elevó el interés de capitales procedentes de China y de otros países del Asia-Pacífico para invertir más activamente en el Perú, lo que sería beneficioso para el desarrollo económico del país andino.
En el año 2011 y gracias a la dinamización del comercio bilateral producido por la vigencia del TLC entre ambos países, China se convirtió en el primer socio comercial de Perú al importar productos por 6.950 millones de dólares, sumando el intercambio comercial entre ambos países más de 12.000 millones de dólares. Los principales productos que China importa del Perú son: cobre, hierro, aluminio y harina de pescado. Pero también se ha producido una extensión de la oferta exportable peruana gracias al TLC suscrito con China, entre los cuales destacan estos productos: potas, jibias y calamares, uvas frescas, aguacates, mangos, cebada, páprika, tara en polvo, hilados de pelo fino, entre otros. Perú importa de China principalmente productos manufacturados como teléfonos móviles, televisores, computadoras y automóviles.
Ollanta Humala Tasso asume la presidencia de Perú en 2011 y lidera un gobierno de izquierda moderada que buscará “una Política Exterior independiente y abierta a las relaciones con diversos Estados”. Durante su mandato, su Ministro de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo, priorizó las relaciones del Perú con los BRICs (Brasil, Rusia, India y la República Popular de China), y mantuvo una política exterior independiente así como el principio de reconocimiento de una sola China. Las tradicionales relaciones de amistad y cooperación entre ambos Estados se mantuvieron por el camino fructífero que tuvo a lo largo de 40 años.
En su visita oficial en abril de 2013 a la República Popular de China, el presidente Ollanta Humala Tasso (2011-2016), señaló que para su gobierno era primordial la continuidad de las relaciones bilaterales entre Perú y China, y el incremento de las relaciones comerciales entre ambos países. El presidente Humala se entrevistó con el nuevo Presidente de China, Xi Jinping, que acababa de asumir el mando en la República Popular de China en 2012. Del mismo modo, visitó Shanghái y asistió al Foro “Boao para Asia”, el principal foro económico del Asia tratando de captar el interés de inversionistas chinos hacia el Perú
Cabe destacar que el presidente Xi Jinping propuso al mundo la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative) en el año 2013. Esta iniciativa consiste en la integración de los países que formaban parte del recorrido de la milenaria Ruta de la Seda, a través de la construcción de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, gasoductos, y la cooperación y solidaridad entre los pueblos. Esta propuesta que también contiene una ruta marítima que integrará los océanos llegará también hasta América del Sur, y en este sentido el Perú podría resultar beneficiado para alcanzar su desarrollo dentro de una iniciativa que propone construir una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad. Por esta razón, la Cancillería del Perú comenzó a trabajar la propuesta para la adhesión a la Iniciativa China.
Otro hito importante en las relaciones bilaterales entre Perú y China ha sido la declaración oficial del gobierno de China considerando al Perú como “Asociado Estratégico Integral de China” (año 2013). En este sentido, durante el gobierno de Ollanta Humala, las relaciones económicas se potenciaron hasta convertir a China en el principal socio comercial del Perú, que a su vez también se convirtió en el segundo país receptor de inversiones chinas en América Latina con un total de 14,000 millones de dólares que se concentran principalmente en los sectores de minería y energía. En el año 2014 las exportaciones peruanas a China llegaron a los 7,354 millones de dólares (principalmente productos minerales y harina de pescado).
En el año 2016 asume la presidencia del Perú Pedro Pablo Kuczynski Godard quien visita China en el mes de setiembre de ese año. En esa visita, Kuczynski lleva una delegación de empresarios que buscarán incrementar la oferta exportable peruana a China. Asimismo, se suscribieron convenios culturales y de cooperación entre diversas entidades públicas de ambos países. Del mismo modo, se establece el contacto inicial con la aerolínea “China Eastern” para posibilitar la apertura de vuelos comerciales directos entre Perú y China. Kuczynski se reunió con el líder chino Xi Jinping en aquella ocasión y también en el mes de noviembre del 2016, en Perú, cuando el presidente Xi Jinping asistió a la Cumbre de Líderes de APEC celebrada por segunda vez en Lima.
Debido a la coyuntura política del Perú, el presidente Kuczynski tuvo que renunciar y ser reemplazado por el vicepresidente Martín Vizcarra Cornejo, quien asumió la presidencia el 23 de marzo de 2018. Cabe señalar que Vizcarra había visitado China formando parte de la delegación oficial del presidente Kuczynski y estableció por entonces buenas relaciones con el gobierno de China, razón por la cual las relaciones diplomáticas entre ambos países no fueron afectadas en ningún momento. Debe destacarse que en este período se concretó la llegada de más inversiones de China al Perú en los sectores energético, infraestructura y banca, lo que significó un total de cerca de 30,000 mil millones de dólares de inversiones chinas acumuladas en el Perú para el año 2020.
El 23 de enero del 2019 se llevó a cabo la ceremonia de suscripción y firma de los acuerdos societarios entre la empresa peruana Volcan Compañía Minera S.A.A. (VOLCÁN) y la empresa china Cosco Shipping Ports Limited (CSPL), con la presencia de la vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz y de altas autoridades de los gobiernos del Perú y de la República Popular de China. Los acuerdos suscritos permitirían llevar a cabo el diseño, desarrollo de la ingeniería, construcción y operación del Mega Complejo Portuario de Chancay a través de la empresa Terminales Portuarios Chancay S.A. (TPCH), que es la empresa gestora del proyecto, con una inversión total de 3,000 millones de dólares americanos. El puerto estará operativo en el año 2024 y será el principal hub portuario y logístico del Pacífico Sur.
Asimismo, en abril de 2019 el Perú se adhirió a la “Iniciativa La Franja y la Ruta” (Belt and Road Initiative), propuesta al mundo por el presidente chino Xi Jinping en 2013; luego de firmar un memorando de entendimiento en Beijing en el marco del II Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional. El Ministro de Comercio Exterior y Turismo del Perú, Edgar Vásquez suscribió el memorando y señaló que: “A través de este documento ambos países confirman su voluntad de que el Perú participe en las iniciativas de cooperación comercial y de conectividad entre nuestros países en el marco del Foro y que proyecta al país a participar de forma aún más activa en la región Asia Pacífico.”
En el año 2020 se produjo el brote del Coronavirus que afectó a China y se extendió por todo el planeta, originándose una Pandemia que hasta el día de hoy sigue causando contagios y muertes alrededor del mundo. Durante este período se detuvieron las actividades económicas en todo el planeta por medio de cuarentenas muy estrictas tanto en China como en otros países para evitar la propagación del virus. Por esta razón, el comercio internacional disminuyó ostensiblemente y se originó una crisis económica y financiera que afecto a todos los países del mundo. A pesar de la Pandemia, en el año 2021, China ha recuperado un crecimiento moderado de su economía y se ha propuesto aplicar el desarrollo de una economía circular y concentrarse más en su mercado interno en el marco de la política de la doble circulación, sin dejar de lado su economía exportadora al exterior.
Cabe indicar que pese a la pandemia, en el 2020, China ha sido el principal socio comercial del Perú. El comercio bilateral superó los US $ 22,000 millones, impulsado por las exportaciones peruanas a China con un total de US $ 12,500 millones, es decir, con una balanza de superávit a favor de nuestro país. En el primer semestre del 2021 la balanza comercial fue de US $ 14,500 millones, lo que representa un crecimiento del 75% respecto del mismo periodo en el 2020, promovido principalmente por mayores envíos peruanos de los rubros minero (cobre), pesquero y agroindustriales.
Pero entre Perú y China no sólo existen lazos económicos y comerciales. Desde el siglo XIX, Perú recibió una importante oleada de inmigrantes chinos que han contribuido con la riqueza multicultural de nuestro país, basta como ejemplo la exquisita comida de los chifas que abundan en todo el territorio nacional. En Lima y muchas ciudades del país existe un barrio chino donde se venden productos de ese país para las recetas tradicionales de comidas chinas, en especial de la provincia de Cantón. Perú es un país donde más del 5% de su población tiene ascendencia china. También muchos residentes chinos tienen pequeños negocios y emprendimientos que contribuyen al desarrollo económico del Perú.
Del mismo modo, debe resaltarse las muestras de solidaridad y cooperación entre Perú y China durante lo que va de la Pandemia. El gobierno de China envío a Perú una delegación de personal médico y de investigadores para poder ayudar a enfrentar la Pandemia a través de la transmisión de los conocimientos adquiridos en la lucha contra la Pandemia en China. Asimismo, el gobierno de China donó al gobierno peruano equipo de protección personal y ventiladores mecánicos que eran necesarios en Perú para combatir al Covid-19. El Laboratorio Sinopharm realizó las pruebas de la Fase III de su vacuna con 12,000 voluntarios peruanos. El gobierno peruano ha expresado en repetidas ocasiones su agradecimiento a la gran colaboración y ayuda solidaria del gobierno de China en los peores momentos de la Pandemia que ha causado más de 200,000 muertes en el Perú.
Luego de que el Congreso de la República declarase la vacancia del presidente Vizcarra, asumió la presidencia el congresista Manuel Merino de Lama, quien sólo duro cinco días en el cargo debido al masivo rechazo popular que se expresó en manifestaciones públicas que causaron su renuncia. El 17 de noviembre de 2020, el Congreso eligió presidente al congresista Francisco Sagasti Hochhausler, quien asumió el cargo en medio de una complicada situación de crisis sanitaria y económica. Sin embargo, el presidente Sagasti pudo articular soluciones inmediatas a los graves problemas del país y comenzó un proceso exitoso de vacunación de la población peruana, comprometiéndose a realizar unas elecciones limpias y transparente en el 2021.
En el proceso electoral del 2021, resultó electo el profesor de escuela, Pedro Castillo Terrones, miembro de un Partido marxista leninista denominado “Perú Libre”, quien asumió el cargo en medio de protestas de fraude electoral organizados por la oposición. Una vez establecido en el gobierno, su primer gabinete tuvo que retirar a Héctor Bejar Rivera como Canciller y sustituirlo por el diplomático de carrera Oscar Maúrtua de Romaña. Durante los primeros meses de gobierno de Castillo, el Perú ha mantenido su política de estado en sus relaciones diplomáticas con China, y se continúa con la colaboración estrecha en el combate a la Pandemia ya que se ha adquirido un lote de 30 millones de dosis al Laboratorio Sinopharm.
En ese sentido, el 14 de octubre de 2021, el presidente Pedro Castillo, invitado por el primer ministro de China, Li Keqiang, dio inicio a la 130 edición de la Feria de Cantón de China, con un discurso virtual, donde indicó que el gobierno peruano valora la importancia del país asiático como socio estratégico del Perú y en particular en materia de comercio exterior e inversiones, manifestando su firme voluntad “para seguir fortaleciendo las relaciones económicas y comerciales, estrechando los lazos de amistad entre ambos países”.
Como se puede observar, a lo largo de estas cinco décadas de relaciones bilaterales tanto China como Perú han sorteado diferentes retos y dificultades en su camino de desarrollo, pero siempre han mantenido sus lazos de amistad y de cooperación basados en los principios de soberanía y de respeto a los asuntos internos de cada Estado. Por todo lo antes mencionado, es previsible señalar que la amistad de China con el Perú seguirá siempre por caminos fructíferos para ambos pueblos en desarrollo que tienen relaciones oficiales desde hace 50 años.