Los científicos forenses siempre han imaginado que la posición en la que encuentran un cadáver es aquella en la que se encontraba la persona al momento de fallecer; sin embargo, un equipo de científicos de la Universidad Central de Queensland en Rockhampton (Australia) ha descubierto que, sin ninguna ayuda externa, los restos humanos pueden cambiar de posición.
Este nuevo estudio está dirigido por la investigadora Alysons Wilson, quien menciona que el cuerpo humano puede estar algo inquieto después de la muerte. La revista Forensic Sciencie Internatinal está involucrada con un proyecto más amplio, en relación al uso de técnicas de imagen de lapso de tiempo (time-lapse) para estimar el tiempo transcurrido desde la muerte.
El nuevo descubrimiento sin duda tiene implicaciones importantes para la ciencia forense, ya que para realizar esta investigación, los expertos tuvieron acceso a un cuerpo humano donado de un hombre maduro que murió por causas naturales. Ellos registraron la descomposición completa del cuerpo dentro de la Instalación Australiana para la Investigación Experimental Tafonómica.
En este estudio, los expertos tomaron fotos cada 30 minutos del proceso de descomposición del cadáver, durante 17 meses y descubrieron que los restos parecían moverse por si solos.
B.R.C.
