Muerte y venganza sembraron el terror en clínica Ricardo Palma [IMFORME]

FOTO:Andina

Una bomba tenía que estallar para que la verdad se abra paso, las explosiones dentro de la clínica Ricardo Palma, ubicada en la avenida Javier Prado, en San Isidro, sacó a la luz verdades poco conocidas y rencores que matan.

La señora Victoria Aguirre Oviedo sufría de migraña, sus dolores eran insoportables y venía siendo atendida en la clínica, después de varios exámenes que se le realizó, los doctores supieron que su problema eras más grande y maligno, se trataba de un tumor cerebral, la paciente tuvo que someterse a dos cirugías, a una craneotomía.

La primera intervención fue el 24 de agosto del 2011, según contó su esposo, tras la operación su mujer quedó con dificultades para poder ver y el lugar de la intervención (la cabeza) presentaba hematomas:

se le hinchó la cabeza, no hablaba y perdió la vista […] Quedó con un hematoma cerebral y tuvo que ser intervenida por segunda vez”. Luego de eso, la señora entró en coma y en 2013 falleció.

Horas de terror

A las 10 de la mañana del martes pasado, los hermanos Lenin y Claudia Benites, ingresaron juntos al nosocomio, ya dentro, tomaron rutas distintas, uno se dirigió al Laboratorio de exámenes clínicos, y el otro al estacionamiento de la clínica, Diez minutos después, estalló el primer detonante, la explosión levantó la alarma de emergencia en el establecimiento, mientras que el lugar era un auténtico mar de humo. Apenas cinco minutos después, el terror aumentó, un fuerte sonido vino de la parte de abajo, Lenin Benites había hecho detonar el explosivo colocándolo debajo de un coche. El sujeto portaba un chaleco antibalas para protegerse del estallido. Ambos quedaron con heridas graves por encontrarse cerca al momento de la explosión. El criminal acto dejó un saldo de 35 heridos.

Tras las dos explosiones, diferentes unidades de bomberos, personal policial agentes de la UDEX, y diversas ambulancias, acudieron a la emergencia para auxiliar a los heridos- Horas después. Se supo que el causante del lamentable evento, era el rencor acumulado por parte de los hermanos por la supuesta negligencia médica que desencadenó el deceso de su madre.

El móvil del asunto

Tras la muerte de la matriarca, la familia le reclamó a la clínica para que se hagan cargo, y acudieron al Indecopi, esta multó al nosocomio con S/330.000. Según cuenta el padre, la clínica nunca les pagó un sol, por eso, recurrieron a los tribunales. En 2016, la justicia convocó a los acusados a que compadezcan ante un tribunal. Sin embargo, según Percy Benites, hermano mayor, el caso prescribió.

Los hermanos autores de la explosión habrían actuado por venganza, la versión del padre, es que ellos acudieron repetidas veces a la clínica para encontrar una solución, pero no tuvieron éxito.

Versiones oficiales…y algunas desmentidas

Las primeras versiones que manejaba la Policía, era de un supuesto caso de extorsión, sin embargo horas después, la información dio un giro de 360 grados.

Contrastando con esta versión, el flamante fiscal de la nación, Pedro Chavarry, acudió al lugar y según él, el hecho se habría tratado de un atentado terrorista. Ya en la noche, el mismo ministro del Interior se encargó de tirar por la borda las palabras de Chavarry: “Se descarta un atentado terrorista, por la investigación preliminar que viene efectuando la Policía con participación del Ministerio Público”, aseguró.

Por su parte, la clínica emitió un comunicado asegurando que la normalización de sus actividades tras el ataque: “La Clínica Ricardo Palma comunica a nuestros pacientes, clientes, amigos, médicos y colaboradores que, tras los hechos ocurridos el día de hoy, ésta se encuentra nuevamente operativa gracias al esfuerzo y trabajo de todos”, se lee.

Según varios penalistas consultados por diversos medios, los culpables del ataque podrían ser procesados por homicidio calificado en grado de tentativa, por esto podrían recibir hasta 35 años de cárcel, y por lesiones graves consumadas, la pena sería entre 15 y 25 años.

F.O.B