¨Solo en su soledad¨

Cercado por la indignación generalizada, y también por la reciente y oportunista postura crítica de sus hasta hace poco defensores parlamentarios, Pedro Chávarry, presionado por la calle y el ejecutivo tuvo que desdecirse, y a paso acelerado corregir la cuestionable decisión que hizo pública la noche del último 31 de diciembre. No le quedo más que ratificar en sus funciones a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez en el equipo especial que investiga la corrupción de Lava Jato en el Perú.

En salvaguarda de lo hasta ahora avanzado ello está muy bien; además, teniendo en perspectiva que la segunda quincena de enero la justicia brasileña hará entrega de un nuevo lote de pruebas al Ministerio Público peruano, que se sospecha terminarán de hundir a varios investigados en esta trama, y permitirán encauzar a quienes hasta el momento se están librando de la justicia.

Frente a la actitud del hasta ahora Fiscal de la Nación, la cual fue debelada frente a la nación en toda su magnitud el último día del 2018, no queda más que en salvaguarda de las investigaciones que se vienen haciendo, de las que se abrirán, y por la respetabilidad del Ministerio Público Chavarry debe renunciar.

Pero ello no es suficiente. Chávarry debe dejar a la brevedad el cargo, como lo clama la ciudadanía hace tiempo y como lo han exigido sus propios colegas, los fiscales supremos Pablo Sánchez y Zoraida Ávalos, quienes han llamado la atención sobre la crisis institucional que en el Ministerio Público ha generado su máximo representante.

Pedro Chavarry se encerró en sí mismo e hizo oídos sordos a los pronunciamientos que muchos grupos de fiscales hicieron desde diversas partes del país, cuando investigaciones periodística mostraron su cercanía con el hoy destituido juez supremo César Hinostroza y Los Cuellos Blancos del Puerto, también cuando se descubrió que era sostenido por la bancada fujimorista en el Congreso, ello no por mera casualidad de la vida, sino porque Keiko Fujimori es investigada por la recepción de aportes ilegales de Odebrecht, hecho ese que le está costando la prisión preventiva.

El hasta ahora Fiscal de la Nación tuvo que reaccionar al comprobar como la protesta masiva en las calles amenazaba con volverse colosal, también al oír voces autorizadas que indicaban que se estaba poniendo en jaque al Congreso, inminencia ella que le costó que aquellos que hasta la noche del 31 de diciembre eran sus aliados, quienes desde sus curules lo blindaban y protegían, hoy lo niegan en todos los idiomas

Chavarry al frente del Ministerio Público no ha honrado el mandato constitucional de la institución que representa, el como máxima autoridad de la fiscalía traicionó la dignidad de su cargo, uso su envestidura y poder para escudarse en jerarquías y preceptos jurídicos para seguir al frente de esa institución, llegando al punto de hacer una exhibición descarada del poder que creía jamás iba a dejar de tener por sus enroques políticos.

El Perú está a la espera que Pedro Chavarry concrete su renuncia ante la Junta de Fiscales Supremos. Que renuncie a sus inmunidades y privilegios y se someta a las investigaciones que tiene pendientes si quiere rescatar algo de su gestión pública. Chávarry se mostró desafiante mientras estaba bien respaldado por apristas y fujimoristas. Pero, hoy aislado y en soledad, solo le ha quedado rendirse, ya no hay jerarquía que le sirva. Finalmente, Chavarry olvido completamente ello que dice: ¨El Ministerio Público es un organismo autónomo del Estado y tiene como funciones principales la defensa de la legalidad, de los derechos ciudadanos y de los intereses públicos¨.

José Briceño