La aplicación de WhatsApp reconoció que su servicio fue atacado por hackers por un fallo en su plataforma. Este ciberataque permitió que delincuentes informáticos instalen un software maligno y así poder acceder a los datos de mensajes de la aplicación.
Con solo realizar una llamada a través de la aplicación y no era necesario que contestara la llamada, porque el programa espía se instalaba sin intervención de usuario. Asimismo, según el diario británico Financial Times reportó que la llamada desaparecía del historial.
No se sabe con exactitud desde que tiempo se estuvo produciendo este tipo de espionaje, pero su fin era atacar a «un selecto número» de usuarios y según el diario El País, algunos afectados habrían sido organizaciones de derechos humanos, abogados, periodistas, entre otros.
Financial Times señaló que el software utilizado para el espionaje fue desarrollado por la empresa israelí de ciberseguridad Grupo NSO. Por su parte, la aplicación de WhatsApp resaltó que «el ataque tiene toda la pinta de ser de una empresa privada que proveía a algún gobierno un programa espía que toma las funciones del sistema operativo del teléfono».
Sin embargo, la empresa NSO salió a negar que esté involucrada en este tipo de espionaje y que «bajo ninguna circunstancia, NSO ha estado involucrada en la operación ni en la identificación de objetivos. Nuestra tecnología solo opera con agencias de inteligencia y legales. NSO ni usaría, ni podría usar su tecnología para apuntar a personas u organización alguna».
L.A.R.S.
