El presidente Vladimir Putin, con el patriarca de Moscú y Todas las Rusias, Cirilo I
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Extractos de la rueda de prensa anual
del presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofrecida a fines de diciembre, que reproducimos porque es necesario conocer el punto de vista de su país.
PREGUNTA – Medio ruso “NTV”, periodista Irada Zeinalova
Buenas tardes, señor presidente, colegas. Ya que estábamos hablando de historia, diría que las cosas están sucediendo casi de acuerdo con Alexander Gorchakov, quien dijo: «Rusia se está concentrando». Por supuesto, a nosotros mismos nos gustaría centrarnos en nuestros problemas internos.
Sin embargo, durante las últimas semanas, los medios de comunicación mundiales han estado exacerbando la tensión, diciendo que los rusos vienen, que Rusia planea atacar a Ucrania y quiere la guerra. Recibimos llamadas de la gente seria, hablamos con ellos y les explicamos nuestra posición, pero no se calman. Como resultado, enviamos nuestras propuestas, establecemos nuestras «líneas rojas» y, en términos generales, explicamos las reglas del juego que – debe estar de acuerdo – no existían antes. Durante los últimos 30 años, hemos estado viviendo en un pantano escuchando indicaciones que no cumplimos con ciertos estándares.
Hemos establecido nuestras líneas rojas y entendemos que hemos aclarado nuestras prioridades e intereses de seguridad. Pero también recordamos de la historia que cualquier acuerdo alcanzado durante las negociaciones puede quedar solo en el papel, como sucedió muchas veces en el pasado. Cualquier provocación después de tales conversaciones puede conducir a una gran guerra, y los acuerdos quedan en el papel y se olvidan nuevamente.
Ésta es mi pregunta, señor presidente, ¿para qué debemos prepararnos? ¿Qué es una perspectiva realista?, y dado que la palabra «guerra» se ha dicho en voz alta, ¿hemos estimado la probabilidad de guerra aunque fuera fruto de una provocación?
VLADIMIR PUTIN: Mencionaste a Gorchakov y el final de su frase, «Rusia se está concentrando». También puede recordar que esa fue una respuesta a una pregunta sobre si Rusia estaba enojada, y la respuesta completa fue: «No, Rusia no está enojada, Rusia se está concentrando».
Intentaré dar una respuesta breve, pero tendré que volver a empezar desde el inicio. La agravación comenzó en 2014. Antes de eso, a pesar de que la Unión Soviética había dejado de existir y parte de territorios históricamente rusos con una población históricamente rusa, principalmente en Ucrania, estaban ya fuera de Rusia, lo aceptamos como un hecho de la vida. Incluso ayudamos a esas nuevas repúblicas a recuperarse, y trabajamos, estábamos listos para trabajar y seguimos trabajando junto con sus gobiernos, sean cuales sean sus prioridades de política exterior.
Baste recordar nuestras relaciones con el presidente Yushchenko y la primera ministra Timoshenko, quienes señalaron, al igual que la actual dirección ucraniana, su posición absolutamente prooccidental. Pero trabajamos con ellos de todos modos. Es cierto que discutimos sobre el gas y hubo conflictos, pero finalmente llegamos a un acuerdo, trabajamos y estábamos listos para seguir trabajando juntos, y nunca pensamos en hacer nada sobre Crimea.
Pero, ¿qué pasó en el 2014? Un golpe sangriento, la gente fue asesinada y quemada viva. No me refiero ahora a quién tenía razón y quién tenía la culpa. Obviamente, los ciudadanos ucranianos estaban legítimamente indignados por lo que estaba sucediendo en el país. El entonces presidente, Yanukovych, ya había aceptado todo. Tres ministros de relaciones exteriores – de Polonia, Alemania y Francia, garantizaron el desarrollo pacífico de la situación y el proceso de paz. Tuve una conversación con el presidente de Estados Unidos en aquel momento por iniciativa suya. Me pidió que también apoyara este proceso. Todos estuvieron de acuerdo, pero luego se produjo un golpe en uno o dos días. ¿Para qué? No hay respuesta. ¿Por qué fue necesario? El presidente Yanukovych estuvo de acuerdo con todo de todos modos. Estaba dispuesto a ceder el poder en cualquier momento. Las elecciones y la victoria de la oposición eran inevitables. Todo el mundo lo sabía muy bien. ¿Por qué se hizo entonces?
Entonces ocurrió Crimea. Pero, ¿cómo podríamos rechazar la solicitud de Sebastopol y Crimea, las personas que vivían allí, de tomarlos bajo nuestra protección, bajo nuestra ala? Fue imposible. Simplemente nos pusieron en una situación en la que no hubiéramos podido actuar de manera diferente. ¿O se suponía que debíamos mirar pasivamente lo que estaba sucediendo en el sureste, en Donbass, que desde el principio se determinaba a sí mismo como parte de Rusia, incluso durante la formación de la URSS en 1922-1924? Pero Lenin y sus camaradas encajaron a Donbass allí por la fuerza. Al principio, aceptaron que fuera parte de Rusia y luego dijeron – hay que revisarlo.
Lo revisaron y crearon un país que nunca antes había existido. No hablaremos de eso ahora, pero esto es lo que sucedió entonces. Fusionaron allí las tierras históricas del pueblo al que nadie le preguntó cómo ni dónde querían vivir. Muy bien, esto es lo que pasó, estuvimos de acuerdo. Pero teníamos que hacer algo en 2014. Así apareció la crisis que se desarrolla hoy.
Pues, las autoridades ucranianas intentaron dos veces resolver el problema del Donbass por la fuerza, aunque las intentamos convencer de que no lo hicieran. Yo personalmente intentaba convencer al Sr. Poroshenko: ¡Cualquier cosa menos operaciones militares! Sí, sí, dijo y luego recurrió a la fuerza. ¿Cuál fue el resultado? Cerco, pérdidas y los Acuerdos de Minsk. ¿Son buenos o no? Creo que son la única salida posible. ¿Entonces, cuál es el problema? No quieren implementarlos. Adoptaron una ley sobre pueblos indígenas y anunciaron que los rusos que vivían en esta tierra, en su propia tierra, no eran indígenas. Por cierto, se hizo lo mismo con polacos, húngaros y rumanos. De ahí las disputas en las relaciones de Ucrania con estos países. Ellos existen. No llaman mucha atención a ello, pero están ahí.
Luego – el idioma. Los rusos y la población de habla rusa están siendo expulsados de sus tierras históricas, eso es lo que está sucediendo. Todo el mundo dice: Rusia debe respetar los acuerdos de Minsk. Estamos de acuerdo. Pero ellos, el gobierno de repente presentó al parlamento una ley sobre un período de transición. ¿Cómo concuerda con los Acuerdos de Minsk? En lugar de amnistía, esta ley prevé la prohibición de la amnistía y hasta la responsabilidad penal por amnistía. En lugar de elecciones, esta ley introduce un gobierno militar y, en lugar de una amnistía, las purgas políticas. ¿De qué se trata todo esto? Y consiguieron la aprobación de la Comisión de Venecia. Entonces, ¿cómo se supone que reaccionaremos a todo esto?
Este es el componente de política interna. Pero luego escuchamos: guerra, guerra, guerra. Podría tener la impresión de que tal vez se estuvieran preparando una tercera operación militar. Y nos advierten de antemano: “No interfieran, no protejan a estas personas. Si interfieran para proteger a la gente, se aplicarían tales nuevas sanciones». Puede ser que se estén preparando para esto. Esta es la primera opción a la que debemos responder y actuar, teniendo esto en cuenta.
La segunda opción es que, en general, están creando en este territorio – como dije en mi artículo – una especie de anti-Rusia, acumulando allí más y más armamentos modernos y lavando el cerebro de la población local. Imagínense cómo debe vivir Rusia, desde una perspectiva histórica. ¿Tenemos que vivir constantemente atentos a lo que sucede allí y qué nuevos sistemas de armas se suministran? Con estos nuevos sistemas de armas, los radicales pudieran verse impulsados a resolver el problema de Donbass por medios militares, y respecto a Crimea también. ¿Por qué apoyaron la llamada “Plataforma de Crimea”? Al margen, dicen: «Bien, olvidémonos de Crimea». ¡Pero no! Presionan allí también.
Pero nosotros debemos ser conscientes de nuestra propia seguridad no solo para hoy y no solo para la próxima semana, sino para el futuro próximo. ¿Cómo va a vivir Rusia con todo esto? ¿Tenemos que estar siempre en guardia, viendo qué pasa allí y cuándo puede llegar un ataque?
Este es un asunto serio. Acabo de hablar sobre nuestros planes de desarrollo de infraestructura, política social y salud pública. Pero, ¿qué significa todo esto si terminamos en los conflictos a los cuales se refiere en su pregunta? Esta no es nuestra decisión y no queremos esto.
Es por esta razón que respondí a la propuesta del presidente Biden, quien sugirió nombrar representantes encargados de llevar a cabo las conversaciones sobre la estabilidad estratégica. Es claro que el tema clave en la agenda de hoy es garantizar la seguridad en esta dirección, la estabilidad y la seguridad. Debemos entender cómo se garantizará nuestra seguridad. Por ello, sin trucos, hemos planteado directamente que no debe haber expansión alguna hacia el este por parte de la OTAN. La pelota está en su cancha. Deben responder de una forma u otra.
En este sentido, me gustaría enfatizar que en general vemos hasta ahora una reacción positiva. Nuestros socios estadounidenses nos dicen que están listos para entablar esta conversación, estas conversaciones a principios del próximo año en Ginebra. Ambas partes han designado sus representantes. Espero que la situación se desarrolle en esta dirección.
PREGUNTA – Medio “Sky News”, periodista Diana Magnay:
Ha hablado mucho sobre las garantías de seguridad, y ahora hemos visto sus propuestas. También dice que no tiene intención de invadir Ucrania. Entonces, ¿garantizará incondicionalmente que no invadirá Ucrania ni ningún otro país soberano? ¿O eso depende de cómo vayan las negociaciones? Y otra pregunta: ¿qué es, en su opinión, lo que Occidente no comprende sobre Rusia o sobre sus intenciones? Gracias.
VLADIMIR PUTIN: Respecto a su pregunta sobre las garantías o si las cosas dependen de las negociaciones, nuestras acciones no dependerán del proceso de negociación, sino de garantías incondicionales para la seguridad de Rusia hoy y en la perspectiva histórica.
A este respecto, hemos dejado en claro que cualquier nuevo movimiento de la OTAN hacia el Este es inaceptable. ¿Hay algo que no quede claro sobre esto? ¿Acaso estamos nosotros desplegando misiles cerca de la frontera de Estados Unidos? No. Son los Estados Unidos que han venido a nuestra casa con sus misiles y ya están en nuestra puerta. ¿Acaso es exagerado exigir que no se coloquen sistemas de ataque cerca de nuestra casa? ¿Qué tiene de extraordinario esto?
¿Cómo reaccionarían los estadounidenses si desplegáramos nuestros misiles en la frontera entre el Canadá y Estados Unidos, o entre México y Estados Unidos? ¿Acaso no tuvieron México y Estados Unidos disputas territoriales en el pasado? ¿Qué país era dueño de California? ¿Y Texas? ¿Han olvidado? Por supuesto, nadie está hablando de esto ahora de la forma en que están hablando de Crimea. Muy bien. Pero también estamos tratando de evitar hablar de cómo se construyó Ucrania. ¿Quién la creó? Fue Vladimir Lenin cuando estableció la Unión Soviética – fueron el Tratado de 1922 sobre la Unión Soviética y la Constitución de 1924. Es cierto que esto sucedió ya tras su muerte, pero según los principios que había formulado.
Pero el asunto pendiente ahora es la seguridad, no es la historia, se trata garantizar la seguridad. Por eso no son las negociaciones en sí, sino los resultados lo que nos importa.
Acaso no sabemos, como he mencionado muchas veces antes y como ustedes están enterados perfectamente, que nos prometieron en la década de 1990 que no se avanzarían ni una pulgada hacia el Este. ¿Y qué? Nos engañaron descaradamente: ha habido cinco oleadas de expansión de la OTAN, y ahora los respectivos sistemas de armamentos están desplegados en Rumania y empezó su despliegue en Polonia. De eso se trata, deben darse cuenta al fin y al cabo.
No somos nosotros quien amenaza a alguien. ¿Acaso fuimos nosotros quien ha llegado a las fronteras de Estados Unidos? ¿O a las fronteras de Gran Bretaña u otro lugar? Han llegado a nuestra frontera y ahora dicen que Ucrania también entrará a la OTAN. Entonces, allí también aparecerían los sistemas. O, incluso si no se une a la OTAN, que las bases militares y los sistemas de ataque se desplegarán allí mediante acuerdos bilaterales. De eso se trata.
Y me está exigiendo garantías. Ustedes son los que deben darnos garantías, y deben hacerlo de inmediato, ahora mismo. En lugar de hablar de ello durante décadas siguiendo con esta dulce charla de la necesidad de garantías de seguridad para todos, mientras de verdad hacen lo que quieran. De esto se trata. ¿Acaso estamos amenazando a alguien?
¿Cuál fue la segunda pregunta? Repita.
PREGUNTA – Medio “Sky News”, periodista Diana Magnay: ¿qué es, en su opinión, lo que Occidente no comprende sobre Rusia?
VLADIMIR PUTIN: Qué comprende o qué no comprende, sabes, a veces tengo la sensación de que vivimos en mundos diferentes. Recién he expuesto las cosas que son obvias. ¿Cómo es posible que no lo entiendan? Nos dijeron – no habrá expansión, pero se expandieron. Nos prometieron – iguales garantías para todos en virtud de varios tratados internacionales. Pero esta seguridad igual no se ha materializado.
Mire, ya en 1918, un asistente del presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, dijo “Sería un alivio para el mundo entero si, en lugar de una gran Rusia de hoy, se creara un estado separado en Siberia y otros cuatro países en la parte europea.
En 1991, nos dividimos en 12, creo, partes, y lo hicimos nosotros mismos. Aun así, parece que esto no fue suficiente para nuestros socios: Rusia es demasiado grande, en su opinión. Esto se debe a que los propios países europeos se convirtieron en pequeños estados. En lugar de vastos imperios, ahora son estados con entre 60 y 80 millones de habitantes. Sin embargo, incluso después del colapso de la Unión Soviética, quedando nosotros con solo 146 millones, todavía es demasiado para ellos. Creo que es la única forma de explicar esta presión constante.
Vemos a la década de los 90: la Unión Soviética hizo todo lo posible para establecer relaciones normales con Occidente y Estados Unidos. Lo he dicho muchas veces, y lo repetiré, para que sus oyentes y espectadores lo entiendan. No recuerdo a qué medio de comunicación representa, pero ese no importa en este contexto. Teníamos representantes de los servicios de inteligencia estadounidenses en nuestras instalaciones nucleares y militares; su trabajo era monitorear las instalaciones de armas nucleares de Rusia. Fueron allí todos los días y hasta vivieron allí. Muchos asesores, incluido el personal de la CIA, trabajaron en el gobierno ruso.
¿Qué más necesitaban? ¿Por qué tuvieron que apoyar a los terroristas en el norte del Cáucaso y utilizar organizaciones de carácter claramente terrorista para intentar fragmentar a la Federación de Rusia? Pero lo hicieron, y yo, como exjefe del Servicio Federal de Seguridad, lo sé muy claro. Trabajamos con agentes dobles y nos informaron sobre los objetivos que les marcaban los servicios de inteligencia occidentales. ¿Pero por qué hacerlo? Deberían haber tratado a Rusia como un potencial aliado, fortaleciéndola. Al contrario, querían hacer colapsarla aún más.
Y luego comenzaron a ampliar la OTAN hacia el Este. Naturalmente, les dijimos que no lo hicieran, ya que nos habían prometido no hacerlo. Luego nos responden: “¿Lo tienen en el papel? ¿No? Si no es así, váyanse, nos importan un rábano sus preocupaciones». Y así – año tras año, cada vez que mostrábamos los dientes e intentábamos prevenir algo y expresar nuestras preocupaciones. Pero no, nos dirían – váyanse con sus preocupaciones, haremos lo que consideremos necesario.
Una, dos, tres, cuatro, cinco – cinco olas de expansión. ¿Qué es lo que no nos entienden? No sé cómo se puede malinterpretar eso. Creo que todo está claro: queremos garantizar nuestra seguridad.
(Texto original: http://en.kremlin.ru/events/president/news/67438)