El martes 17 de diciembre, Andrea Vidal Gómez, una extrabajadora del Congreso de la República, falleció tras permanecer siete días en estado crítico en el Hospital 2 de Mayo, en el Cercado de Lima. La joven fue atacada el martes 10 de diciembre, mientras se desplazaba en un taxi por aplicativo en el cruce de las avenidas San Eugenio y Santa Catalina, en el distrito de La Victoria, declarado en estado de emergencia por la inseguridad.
El vehículo en el que viajaba la víctima fue interceptado por dos autos y una motocicleta. Los atacantes abrieron fuego, dejando al conductor, José Daniel Vargas Briceño, sin vida al instante y a Vidal Gómez con heridas graves en la cabeza, espalda y brazos. La carrocería del automóvil registró más de 40 impactos de bala, reflejando la ferocidad del ataque.
Inicialmente, las autoridades señalaron que el blanco del atentado podría haber sido el conductor, un ciudadano extranjero presuntamente vinculado a extorsiones. Sin embargo, las investigaciones posteriores revelaron que el objetivo era la ex trabajadora del Congreso Andrea Vidal.
El perfil de Andrea Vidal y las posibles conexiones:
Andrea Vidal Gómez trabajó hasta septiembre de este año en la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, bajo las órdenes de Jorge Torres Saravia, un exjefe de despacho acusado de estar vinculado a una red de prostitución operativa en el Parlamento. La denuncia, inicialmente difundida por Willax TV, motivó su destitución y la condena de figuras políticas como el presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Salhuana, y la congresista Patricia Chirinos, quienes exigieron una investigación exhaustiva sobre los hechos.
Ante estas acusaciones, Torres Saravia negó responsabilidad directa en la contratación del personal implicado, alegando desconocimiento de las acusaciones.
Crimen en un distrito bajo estado de emergencia:
El ataque ocurrió apenas cinco días después de que el Gobierno declarara el estado de emergencia en La Victoria, una medida para combatir la delincuencia en zonas críticas como Gamarra. A pesar de la presencia militar, el crimen demuestra que la inseguridad sigue siendo una amenaza latente en el distrito.
La Policía Nacional del Perú y la fiscalía continúan las investigaciones para determinar si se trató de un ajuste de cuentas o un crimen por encargo. Hasta el momento, no se han identificado a los responsables ni se ha confirmado el móvil del asesinato, pero el caso ha encendido las alarmas sobre la persistencia del crimen organizado en la capital.
El violento crimen de Andrea Vidal Gómez deja en evidencia la fragilidad de la seguridad ciudadana, incluso en distritos bajo estado de emergencia. Las autoridades enfrentan el reto de esclarecer este caso que enlaza redes de poder, criminalidad y corrupción, mientras los ciudadanos exigen justicia y acciones concretas contra la inseguridad.