Por Pedro Rosario
El Ilustre Colegio de Abogados de Lima (CAL) fundado en 1804, es una
institución de Derecho Público Interno, autónomo e independiente que
agremia a los Abogados en el ejercicio profesional; agrupando en la
actualidad a más de setenta mil (70,000) abogados.
El CAL tiene dentro de sus finalidades –entre otras- promover y defender la
justicia y el derecho como supremos valores; proteger y defender la
dignidad del Abogado; defender en todos los niveles los principios
democráticos y humanistas; así como desarrollar una educación jurídica
permanente en todos los ámbitos de la sociedad.
Para cumplir ello, se requiere un CAL que entre otras acciones –desde
nuestro punto de vista- opine, debata y ejerza iniciativa legislativa sobre
diversos temas jurídicos en el ámbito nacional, resulta imperioso una
institución que nos de la pauta jurídica. Así, verbigracia, temas como la
reforma constitucional en materia electoral, el retorno a la bicameralidad,
la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, entre otros, necesitan
la opinión firme de nuestro gremio.
Otro tema, respecto del cual es necesario un pronunciamiento del CAL es
el referido a la corrupción que aqueja a nuestro país, debemos propiciar
una lucha frontal contra ella, a través de iniciativas legislativas en el ámbito
de transparencia y acceso a la información pública, contrataciones
públicas, ética pública, derecho penal y procesal penal, etc.; con el
objeto de evitar la impunidad para quienes cometen estos actos.
Urge el relanzamiento de nuestro gremio, propiciando la participación
mayoritaria de los agremiados en las comisiones y debates que se realicen
en el CAL; eligiendo democráticamente a nuestros representantes para
delegados, así como para la Junta Directiva de la Orden, ha abogados
libres y honestos, que compartan nuestro ideal. Entre las alternativas que
surgen para el Decanato 2018 – 2019, destaca el Dr. Julián Palacín, jurista
notable, a quien le toca liderar el tan anhelado relanzamiento.