La iniciativa surge como respuesta a la necesidad de ofrecer educación asequible y apoyo a niños diagnosticados con cáncer, especialmente en países de bajos y medianos ingresos como el Perú.
Dentro del curso de Práctica Educativa IV – Experiencias Educativas Alternas, los estudiantes buscan permitir que los niños continúen con sus estudios durante las sesiones médicas, abordando así la problemática del acceso a la educación durante el tratamiento médico.
Además, se destacan alternativas prácticas para que las familias de niños con cáncer puedan acompañar a sus hijos durante el tratamiento, como la búsqueda de redes de apoyo comunitario, el acceso a recursos educativos y recreativos en línea, y la conexión con programas de voluntariado que ofrezcan asistencia práctica.