Una combinación de ultrasonido y nanoburbujas destruye tumores cancerígenos, según investigación israelí

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) han logrado “explotar” tumores malignos usando una técnica no invasiva: una inyección de gas al torrente sanguíneo que podría sustituir a las cirugías actuales.

Las “nanoburbujas” y el ultrasonido hacen que las burbujas concentradas en el tumor cancerígeno exploten”, decía el comunicado oficial publicado esta semana, e indicaba que el tratamiento llevado a cabo en ratones lograba “explosiones controladas” dentro del cuerpo, que desgarran las células cancerosas.

¿Cómo lo hicieron? Inyectaron en las venas de ratones de laboratorio “nanoburbujas” de gas que son más de dos mil veces más pequeñas que un grano de sal.

Las burbujas se extendían por todo el cuerpo a con la circulación sanguínea, pero los científicos no permitieron, según explican, que aquello se descontrolara, sino que eligieron exactamente dónde querían “detonar” las nanoburbujas: únicamente alrededor del tumor. Y lo consiguieron porque el ultrasonido de baja frecuencia es el causante de la explosión y solo lo aplicaron alrededor del tumor.

Algo así como una explosión controlada de un edificio, que es lo suficientemente potente como para demolerlo, pero no como para dañar a los edificios de su alrededor. 

La doctora Tali Ilovich, directora del estudio, explicó en el comunicado que al aplicar el ultrasonido “las burbujas crecen hasta 100 veces más de su tamaño original” y luego explotan.

Agregó que tiene grandes esperanzas de trasladar la investigación a humanos y dijo que el experimento se realizó en un modelo de ratón con tumor de cáncer de mama, pero considera que es probable que el tratamiento también sea efectivo con otros tipos de tumores.

No invasivo

El estudio, revisado por pares, se publicó en la revista Nanoscale, en él trabajó Ilovich junto con su estudiante de doctorado Mike Bismuth, con el colega de la Universidad de Tel Aviv, el doctor Dov Hershkovitz, y con la profesora Agata Exner de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, en los Estados Unidos.

El ultrasonido ya se usa con éxito en algunos casos de cáncer humano. Se aplica a través de la piel para atacar los tumores. Sin embargo, el ultrasonido necesario es de alta intensidad y genera calor, lo que puede dañar los tejidos cercanos al tumor.

La técnica de la burbuja solo requiere ultrasonidos de baja intensidad. Esto significa que puede evitar daños colaterales al cuerpo, indica el estudio. Sin embargo, ninguno de estos tratamientos se ha traducido aún en tratamiento real contra el cáncer. 

La mayor parte de las investigaciones se centran en inyectar burbujas en el tumor real, que es un procedimiento invasivo, mientras que el suyo es inusual porque ataca el tumor desde el torrente sanguíneo, que no es invasivo.

“No tocamos el tumor directamente, sino que inyectamos las nanoburbujas en la sangre”, explicó Ilovitsh. “Luego 

“Este enfoque puede ayudar en el tratamiento de tumores que se encuentran en lo profundo del cuerpo y, además, facilitar el tratamiento de volúmenes tumorales más grandes. Podría reemplazar, en algunos casos, la cirugía para extirpar tumores”, indicó Ilovich, pero la investigadora también indicó que debe ser seguido de quimioterapia o inmunoterapia, al igual que en el caso de la cirugía.