Gennady Borisov, astrónomo aficionado de Crimea, Ucrania, descubrió el 30 de agosto pasado un objeto brillante en el cielo nocturno con un telescopio de 65 centímetros que él mismo construyó. El objeto brillante estaba rodeado de una nube de polvo y gas muy compacta y también mostraba una cola, características típicas de una posible cometa.
Tras esta revelación, el 24 de septiembre la Unión Astronómica Internacional confirmó que se trataba de un cuerpo interestelar llegado desde algún lugar fuera del sistema solar. Era la segunda vez que este tipo de “visitante” se ha descubierto, después de 1I/Oumuamua, un asteroide con forma de misil que atravesó el sistema solar en 2017.
Luego de estudiar su órbita, un equipo de astrónomos polacos reveló que el objeto proviene de Kruger 60, un sistema solar binario formado por dos estrellas enanas rojas que están a 13 años luz de la Tierra. El cometa Borisov, llamado así por el astrónomo que lo descubrió, entró en el sistema solar desde arriba, en un plano casi perpendicular a las órbitas de la Tierra y el resto de los planetas.
Se estima que el 7 de diciembre el cometa alcanzará su punto más cercano al Sol, cuando estará a una distancia idéntica del astro y de la Tierra: 299 millones de kilómetros. Unos días después, el 4 de enero, se espera que el cometa sea visible desde el hemisferio sur de la Tierra y alcance su pico de brillo. Luego de esa fecha se irá alejando hasta salir del sistema solar.
A.C.R.