Ben Hodges, excomandante de las Tropas del Ejército de EE.UU. en Europa (USAREUR), señaló que el gobierno ucraniano debería inspirarse en lo que hizo la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial para tener oportunidad de triunfar en su conflicto con Rusia.
El militar retirado sugirió «aumentar la producción de municiones y armas en Ucrania», asegurando que es posible hacerlo «incluso con misiles rusos lloviendo sobre sus ciudades».
«Piensen en lo que hizo Alemania en 1944. La producción de aviones para la Luftwaffe alcanzó su punto máximo en 1944. Eso fue después de más de dos años de bombardeos constantes por parte de la Real Fuerza Aérea [británica] y con el Cuerpo Aéreo del Ejército de EE.UU. bombardeando duramente las ciudades alemanas. Sin embargo, la producción de aviones alemanes aumentó. Así que creo que Ucrania puede hacer lo mismo mejorando su eficiencia», dijo indicando que algunas empresas occidentales ya están ayudando en esta tarea.
Es importante señalar que, 20 meses tras el inicio de la operación especial rusa, gran parte del complejo militar-industrial de Ucrania ha sido devastado, de modo que el país actualmente depende del armamento de Occidente: fusiles, tanques, artillería, aviones de combate, entre otros.
Sin embargo, ante el inminente agotamiento de los arsenales de la OTAN, EE.UU. y sus aliados han instado a reforzar la industria militar nacional ucraniana.
Las comparaciones entre Ucrania y la Alemania de la Segunda Guerra Mundial son llamativas por varias razones. Moscú ha descrito repetidamente al Gobierno de Kiev como un «régimen nazi», denunciando la deliberada simbología nazi usada por unidades militares como Azov, así como la glorificación oficial de colaboradores del Tercer Reich como Stepán Bandera.
Las Fuerzas Armadas ucranianas también han adoptado diversas insignias utilizadas por la Wehrmacht, así como runas y emblemas de divisiones de las SS.