Washington D.C., 27 de mayo de 2025.
La administración del presidente Donald Trump ha dado un paso más en su escalada contra la Universidad de Harvard al ordenar la terminación progresiva de todos los contratos federales con la institución. Según una misiva obtenida por medios estadounidenses, las agencias federales deberán identificar, antes del 6 de junio, qué acuerdos pueden ser anulados y cuáles deberán transferirse a otros proveedores.
El documento, firmado por el Comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones, Josh Gruenbaum, indica que la revisión apunta a garantizar que los fondos públicos se alineen con las prioridades estratégicas de cada agencia y respeten los principios de neutralidad institucional.
“La Administración de Servicios Generales colaborará con cada dependencia para evaluar la necesidad de continuidad o cancelación inmediata de los servicios brindados por Harvard”, señala el escrito.
Acusaciones de sesgo ideológico y discriminación
El gobierno justifica la medida por lo que califica como “conductas institucionales contrarias a los valores federales”, entre ellas, la persistencia de criterios raciales en el proceso de admisión y una supuesta falta de acción frente a incidentes de antisemitismo dentro del campus.
“La universidad ha mantenido políticas que, en la práctica, promueven la discriminación racial contra grupos mayoritarios y ha fallado en proteger a sus estudiantes judíos frente a manifestaciones hostiles”, sostiene el texto oficial.
Harvard responde en tribunales
La universidad ha respondido con acciones legales. A finales de abril, presentó una demanda para revertir el bloqueo de fondos federales, y recientemente solicitó ante una corte federal el restablecimiento de su capacidad para matricular a estudiantes internacionales, derecho que le fue suspendido semanas atrás.
Esa restricción fue temporalmente levantada por la jueza Allison D. Burroughs, pero una audiencia programada para este jueves será clave para definir si la medida continúa vigente.
Harvard cuenta con más de 6.800 alumnos internacionales, lo que representa cerca del 27% de su matrícula. Su presidente, Alan M. Garber, calificó la ofensiva del Ejecutivo como “una amenaza directa a la diversidad académica y a la autonomía universitaria”.
Un precedente en disputa
La confrontación entre la Casa Blanca y Harvard se ha intensificado desde principios de abril, cuando la administración Trump anunció la congelación de unos 3.200 millones de dólares en subvenciones, y endureció su postura al vincular directamente el financiamiento federal con el “alineamiento institucional con los valores constitucionales”.
Mientras el conflicto escala, varias otras universidades observan con atención el desenlace del caso, conscientes de que podría sentar un precedente que modifique sustancialmente la relación entre el Estado y la educación superior en los Estados Unidos.