Con la intención de conciliar las relaciones con los indígenas, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, visitó este lunes 18 de octubre un antiguo internado gubernamental en el oeste de Canadá, donde se han hallado 215 tumbas sin identificar que presuntamente contienen los restos de niños aborígenes.
Durante su visita a los tk’emlúps te secwe?pemc y la localidad de Kamloops, Trudeau se vio obligado a disculparse en reiteradas ocasiones por haber realizado un viaje familiar el pasado 30 de setiembre, Día Nacional para la Verdad y la Reconciliación, que se celebró por primera vez este año en el país para recordar a las víctimas del sistema de residencias escolares.
«Estoy aquí hoy para decir que hubiera deseado haber estado aquí hace unas semanas y que lo lamento profundamente. Pero estoy aquí para tomar la mano extendida por los tk’emlúps te secwe?pemc y otros muchos indígenas canadienses de todo el país», dijo Trudeau frente a los líderes indígenas.
La jefa tribal de los tk’emlúps te secwe?pemc, Rosanne Casimir, aceptó las disculpas de Trudeau, pero indicó que son necesarias acciones y no sólo palabras. Asimismo, RoseAnne Archibald, líder de la Asamblea de Primeras Naciones (AFN) que agrupa a todos los indígenas del país excepto a los inuit, expresó que las disculpas ya no sirven. Por el contrario, reclamó justicia para ellos, pues merecen dignidad de ser reconocidos.
En una de esas residencias escolares, en la localidad de Kamloops, los tk’emlúps te ecwe?pemc hallaron en mayo de este año 215 tumbas sin identificar que se cree que contienen los restos de algunos de los niños que fueron internados a la fuerza en la institución.
Luego del anuncio de los tk’emlúps te secwépemc, otros grupos indígenas informaron del hallazgo de más tumbas sin identificar en los terrenos de antiguas residencias escolares. Hasta la fecha, se han identificado un total de 1 275 tumbas relacionadas con esos centros diseñados para causar el «genocidio» de la población indígena.
El sistema de residencias escolares funcionó en el país durante más de 100 años hasta 1997, y durante ese tiempo, un promedio de 150 000 niños indígenas fueron internados a la fuerza en instituciones regidas por órdenes religiosas en las que sufrieron de forma sistemática abusos físicos, psicológicos y sexuales.
L.R.N.
