Profesora Galindo, ¿cómo describe su experiencia de 30 años en el ámbito educativo?
Mi carrera como docente ha sido una travesía llena de aprendizajes y retos. Estos 30 años me han permitido comprender que la educación no solo debe enfocarse en transmitir conocimientos, sino también en formar ciudadanos con principios y valores sólidos. La ausencia de estos valores en nuestra sociedad actual es algo que me inquieta profundamente.
Trabaja actualmente en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima. ¿Cómo es su labor en este espacio tan desafiante?
Aquí convivo con jóvenes que, lamentablemente, cometieron errores graves, muchos de ellos inducidos por una crisis de valores en sus entornos. Mi objetivo es ofrecerles herramientas educativas y emocionales para que encuentren un nuevo rumbo. La reinserción social, aunque se perciba como una utopía, es una esperanza que debemos mantener viva. Cada joven al que ayudamos a reinsertarse se convierte en un símbolo de cambio.

Usted habla con frecuencia de una «crisis de valores». ¿Qué cree que la origina y cómo afecta a los jóvenes?
Es un problema que nace de diversos factores: la falta de educación en valores desde edades tempranas, la normalización de la corrupción en los medios y la desigualdad social. Todo esto genera desesperanza, desconfianza en las instituciones y, en muchos casos, comportamientos antisociales. El impacto es devastador, especialmente en nuestra juventud, que busca referentes éticos en un panorama desolador.
En su opinión, ¿qué soluciones deberían implementarse para abordar esta crisis?
Es imprescindible regresar a lo básico: promover la educación en valores como la honestidad y la responsabilidad. Además, necesitamos instituciones más transparentes y ciudadanos activos que exijan rendición de cuentas. Por último, debemos enfocarnos en la prevención y en ofrecer oportunidades reales a los jóvenes, como la educación y el empleo.

Como escritora y poetisa, ¿cómo combina la literatura con su labor educativa?
La literatura es una herramienta poderosa para tocar el alma de las personas. La poesía me permite transmitir mensajes de esperanza y reflexión. A través de ella, intento inspirar a mis alumnos y a los jóvenes en rehabilitación, mostrándoles que siempre existe una salida, un nuevo amanecer.
Para finalizar, ¿qué mensaje le gustaría enviar a la sociedad peruana en estos tiempos de crisis de valores?
Que no perdamos la esperanza. Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia, ya sea desde nuestras familias, comunidades o profesiones. Solo trabajando juntos, con integridad y compromiso, podremos construir un Perú más justo y equitativo.
La figura de Trinidad Galindo Cáceres trasciende el aula. Representa la lucha por revivir los valores en una sociedad que los necesita urgentemente. Desde los versos de sus poemas hasta las lecciones impartidas entre muros de rehabilitación, su obra nos recuerda que la educación es el pilar del cambio. La esperanza, aunque parezca un mito, se convierte en realidad a través de personas como ella.
Próximo artículo: sobre el Centro Juvenil del Diagnostico y Rehabilitación de Lima ex Maranguita donde se encuentran jóvenes de todo el Perú y del extranjero cumpliendo una sacción por infracción a la Ley Pena, institución donde labora la maestra Trinidad Aydeé Galindo Cáceres.
Aquí un avance: