El miércoles 11 de septiembre, Alberto Fujimori, ex mandatario de Perú, falleció a los 86 años debido a complicaciones relacionadas con el cáncer que había estado padeciendo durante varios años.
Fujimori había estado encarcelado por más de 15 años tras ser condenado por crímenes de lesa humanidad y otros delitos cometidos durante su presidencia (1990-2000). A pesar de las evidencias en su contra, el expresidente fue liberado recientemente gracias a un controvertido indulto presidencial, lo que suscitó un intenso debate sobre la justicia y la memoria histórica en el país.
¿Qué pasará con la pensión vitalicia de Alberto Fujimori?
En medio del luto por su fallecimiento, ha surgido otro tema importante: el destino de la pensión vitalicia que el Congreso aprobó recientemente para los expresidentes. A pesar de su condena, a Fujimori se le concedió esta pensión. Con su muerte, esta pensión, que representa una cantidad significativa, sería transferida a sus herederos más cercanos, de acuerdo con la legislación actual.
El abogado del Instituto de Defensa Legal, Juan José Quispe, comentó en una entrevista con Exitosa que el dinero sería depositado en las cuentas de los herederos de Fujimori. Si el expresidente dejó un testamento, será este el que determine cómo se distribuirá el dinero; de no ser así, la sucesión intestada favorecerá a sus hijos Keiko, Kenji y a sus demás hermanos.
«Si la pensión se ha suspendido temporalmente, se podrá reactivar, y los beneficiarios serán los herederos legales. Keiko Fujimori es una de las principales herederas y recibiría esta suma”, indicó Quispe.
El indulto que liberó a Fujimori, junto con la controversia sobre su pensión, ha reavivado el debate sobre su legado. Mientras que algunos lo ven como el líder que logró pacificar el país en los años más oscuros de violencia interna, otros no pueden olvidar los graves crímenes que ocurrieron durante su mandato.
Kenji Fujimori expresó tras el fallecimiento de su padre: «Mi padre, Alberto Fujimori Fujimori, ha fallecido con dignidad, rodeado de su familia y en libertad, como merecía. Su amor y sabiduría siempre estarán en nuestros corazones. Estoy muy orgulloso de él y daría mi vida una y mil veces por él. Te amo y no puedes imaginar cuánto te extraño.»