La pandemia del COVID-19 y la aplicación de vacunas para detener la ola de muertes han desencadenado que algunas personas no crean en su efectividad y se resistan a ser inoculados, pero al final se contagiaron y tuvieron que ser internados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales.
En un reportaje de Cuarto Poder muestra el testimonio de tres pacientes que no creían en la propagación del virus o pensaban que la vacuna iba a supuestamente causar la muerte de quienes la recibían. Ellos daban credibilidad a las noticias falsas que llegaban a sus celulares.
Los casos
Hormisdal Espinoza (65) se contagió en enero y estuvo internado en UCI 22 días en el hospital Octavio Mongrut de Essalud. Se resistía a vacunarse pese a que su yerno falleció de COVID-19. Reconoció que las informaciones falsas que recibía lo llevaron a tener una posición antivacuna.
Ricardo Llallahue (43) debía vacunarse en julio pasado, pero veía como una pérdida de tiempo ir a un vacunatorio. Supuso que ya tenía los anticuerpos por la inmunidad de rebaño, sin embargo, se contagió y estuvo 16 días intubado en un hospital. Su sobrepeso y los antecedentes de diabetes influyeron en que su situación empeore. Ya recibió sus dosis y confía en la vacuna.
Lizzy Camones (38) estuvo tres semanas conectada a un ventilador mecánico en el hospital Alberto Sabogal del Callao, tras ser trasladada desde Huacho. Ella pensaba que iba a ser asintomática y no vio necesario vacunarse, pese a que madre murió de COVID-19 en la ciudad de Recuay (Áncash).