Desde la tarde del lunes 3 de marzo, un incendio arrasó con un edificio de seis pisos, utilizado como depósito, en el Cercado de Lima. Mario Casaretto, representante de la Municipalidad de Lima, indicó que el inmueble carecía de licencia y certificado de Defensa Civil. El siniestro causó el colapso de dos edificios, y el humo se ha propagado por diversas zonas de la capital, mientras las llamas continúan ardiendo. Las autoridades siguen evaluando la seguridad de las estructuras afectadas y han intensificado el monitoreo para prevenir más derrumbes. Sin embargo, aún no se dispone de información exacta sobre los edificios que han colapsado por completo, ya que la situación sigue siendo crítica.
Al transcurrir el tiempo se ha dado las luces de que este siniestro fue provocado adrede por unos extorsionadores. Por la noche, el coronel PNP Juan Carlos Montúfar, jefe de la División de Investigación de Robos de la Dirincri, lideró la captura de seis miembros de la banda criminal “Las Panteras del Amanecer”, dedicada a la extorsión a comerciantes formales e informales de Barrios Altos, obras de construcción y empresarios del centro de Lima y alrededores.
Cris Vilchez, periodista de Ciudad, informó que la Policía Nacional reveló en conferencia de prensa la captura de seis miembros de esta banda, que se dedica a la extorsión y el sicariato en el centro de Lima. En los teléfonos de los detenidos se hallaron mensajes que vinculan directamente a los extorsionadores con el inicio del incendio. Uno de los mensajes, encontrado en el celular del cabecilla, menciona un pago relacionado con el «trabajo realizado en el Girón Junín», una zona en la que se originó el fuego. Los detenidos fueron identificados como Jeyson Uhemura (28), Jhordhany Rugel (21), Juan Manuel Díaz (33), Carlos Díaz (24), Gilmer Ríos (44) y Cristian Rojas (37). A pesar de los avances, aún queda por esclarecer si la banda criminal fue realmente la responsable del incendio. Sin embargo, los mensajes que detallan la preparación de un nuevo acto de extorsión, en el que se mencionan armas de fuego y una motocicleta, podrían proporcionar más pistas para los investigadores.

Este incendio, que podría haber sido solo uno más en una ciudad marcada por la informalidad y la delincuencia, se ha convertido en un llamado de atención sobre la falta de fiscalización y control. La Policía continúa recabando pruebas, incluidas imágenes de cámaras de seguridad, para esclarecer cómo comenzó el fuego y si realmente estuvo vinculado a un acto de extorsión.
El devastador incendio que ha consumido al menos siete edificios en el Centro de Lima sigue siendo una amenaza latente. A pesar de que inicialmente se estimaba que el fuego podría ser controlado el jueves 6, el brigadier de la Comandancia de Lima Centro de los Bomberos, Rafael Loza, advirtió que la emergencia podría extenderse hasta el domingo 9 de marzo.