Tras haber culminado la primera semana con prometedores anuncios contra el carbón, el metano o la deforestación, la COP26 llega a su límite y afronta en la recta final el reto de consensuar un plan que acelere la lucha contra el cambio climático ofreciendo financiación sostenible a países en vías de desarrollo. La mayoría de observadores coincide en que los compromisos difundidos por los Gobiernos desde el inicio de la cumbre del clima de la ONU el 31 de octubre en Glasgow (Escocia) “son un paso adelante”, si bien “todo depende de que se apliquen pronto y bien”, manifestó a Efe, Nick Mabey, del prestigioso centro de estudios E3G.
Además, según datos de las Naciones Unidas, de cumplir con las medidas anunciadas hasta el momento conllevarían una reducción de 9 gigatoneladas de CO2, frente a un total de 22 que deben ser eliminados antes del 2030 para lograr limpiar el calentamiento del planeta este siglo a 1,5 grados, tal como, recoge el Acuerdo de París. Asimismo, para mantener viable esa meta, los Estados deben acordar al final de la COP26, el 12 de noviembre, un mecanismo para espolear el recorte de emanaciones, con ayudas para los territorios más pobres que, sin fomentarlas, sufren consecuencias. Cabe destacar que, analistas como Ed King valoran también compromisos multilaterales adquiridos para ir abandonando la generación de electricidad con hidrocarburos, responsable del 25% de las emisiones de CO2.
En un tercer anuncio, veintiocho países se han sumado al grupo de Estados comprometidos con la eliminación paulatina del carbón de su “mix energético”, lo que eleva su total a 165. Otro avance en esta semana, ha sido una alianza de más de cien países para reducir esta década un 30% de las emisiones de metano, a pesar de la ausencia de China, India y Rusia. Finalmente, este sábado, 45 países se comprometieron a avanzar hacia una agricultura más natural y con sostenibilidad, lo que tendrá un impacto especial en Latinoamérica, África y Asia.
L.P.C.C.