Tras el sismo de magnitud 6.0 ocurrido el martes 22 de junio, vecinos de Jesús María alertaron rajaduras en su edificio ubicado en la avenida San Felipe; sin embargo, muy pocos ciudadanos conocían que eso se debía al desprendimiento de la junta sísmica. Por ello, Iván Llontoc, subgerente de Gestión de Riesgo de Desastres la Municipalidad de Jesús María, explicó a detalle como diferenciar entre un daño estructural y otro espacio.
Primero el especialista indicó que la imagen viral del edificio que sufrió un desprendimiento tiene relaciona las juntas de dilatación. Necesarias para soportar de mejor manera un sismo.
“Las juntas constructivas, de separación o de dilatación son el espacio que existe entre dos estructuras o cuerpos de una misma edificación y tienen la función de acomodar lo movimientos laterales de un edificio cuando se produce un temblor o terremoto”, sostuvo.
Asimismo, precisó que este hecho solo provocó que se desprenda el tarrajeo o pintura de algunas partes de la edificación, pero esto no era de cuidado. “Esa es su función, moverse ante un sismo de gran magnitud para evitar grietas y fisuras de gran envergadura dentro de las edificaciones. Así que los vecinos deben estar tranquilos. Hemos hecho una evaluación preliminar de todo el distrito y pocas viviendas han sufrido algún desprendimiento de cuidado”, aseveró
Llontoc también comento que las fisuras de una estructura suelen ser resanables. Pero deben ser atendidas para evitar que se vuelva una grieta o se dañó más con otro sismo.
“Si tenemos una grieta que podemos ver de lado a lado, es decir, que su abertura es tan grande que puede verse a través de ella. Hay que buscar ayuda técnica de inmediato, porque la edificación tiene un daño estructural que podía afectar el muro, la columna o la viga: Hay que evaluar afectar el muro, la columna o la viga. ¡Hay que evaluar para tomar medidas correctivas!», dijo.
P. A. R.