Tailandia: “chicas de postre” una red de prostitución que ha conmocionado al mundo

Tras la denuncia de una madre cuya identidad está siendo protegida por seguridad, autoridades tailandeses se han visto obligadas a investigar una red de tráfico de adolescentes.

Estas jovencitas, que eran conocidas como “chicas de postre” eran ofrecidas a altos funcionarios, luego que estos participaran en seminarios o viajes de trabajos a la famosa provincia de Tailandia.

«Cuando venían grupos de altos funcionarios para participar en seminarios o en viajes de trabajo había la tradición de ‘tratarlos bien’, lo que significa darles de comer y extenderles la colchoneta’, es decir proporcionarles chicas», declaró Boonyarit Nipavanit, un funcionario de distrito de la provincia pobre de Mae Hong Son, en el norte montañoso de Tailandia.

«A veces teníamos información de qué tipo de mujeres les gustaban, a veces los funcionarios preparaban a cinco o diez chicas para que un alto responsable pudiera elegir», relató con crudeza.

Boonyarit no dudó en hablar libremente desde que las autoridades están investigando 41 casos de una presunta red de prostitución en la provincia dirigida por propios policías.

Bajo la presión mediática, la policía arrestó a un policía acusado de traficar con chicas y acusó a otros ocho de acostarse con menores.

Según declaraciones de la denunciante, algunas de las víctimas fueron tatuadas con una lechuza, como símbolo de propiedad que utilizan los traficantes.

Esta “tradición”, no es propia de una sola provincia y es muy común en países donde la tradición jerárquica es muy fuerte y adular al jefe es esencial para conservar su trabajo o para hacer carrera. Esta práctica viene «de una cultura que no considera las chicas como seres humanos sino como propiedades. Una chica es un regalo, igual que la comida o la ropa bonita, algo que tiene precio”, manifestó apenada, Lakkana Punwichai, periodista especializada en cuestiones sociales.

«No tenemos un sistema de méritos dentro de la burocracia, tenemos que corromper a nuestros jefes», explica

Luego que el escándalo saltara a los medio internacionales, el ministerio de Desarrollo de Tailandia aseguró que será «ejemplar» en la lucha contra esta práctica mientras la policía también ha prometido reforzar la represión del tráfico sexual.

N.R.C.H