Estudios han concluido que no era capaz de correr a gran velocidad y que emitía un ruido similar al de las palomas.
Con estas teorías la imagen del rey de los dinosaurios se va desvaneciendo. Pero se tendría que resolver un dilema y misterio grande: ¿Por qué eran tan pequeños? ¿Tenían algún propósito específico? Estas han sido preguntas que los investigadores se han hecho por años, y la respuesta va acorde con la naturaleza del depredador: eran armas.
«Sus extremidades anteriores cortas y fuertes, y sus grandes garras habrían permitido que el tiranosaurio rex, ya sea montado en la espalda de una víctima o agarrándola con sus mandíbulas, infligiera cuatro cortes de un metro o más de largo y varios centímetros de profundidad en pocos segundos», detalla Stanley Stoxxmen, que presentó su hipótesis durante la conferencia anual de la Sociedad Geológica de América.