Miembros de la comunidad nativa de la etnia Awajun dieron el último adiós al sacerdote jesuita Carlos Riudavets (73) antes del sepelio, el féretro del sacerdote fue llevado al parque de Chiriaco, donde realizaron una breve ceremonia a cargo del alcalde Otoniel Danducho, quien solicitó que el caso sea investigado y se capture a los responsables del crimen que conmocionó a la población de Bagua.
Fuentes policiales revelaron que el sacerdote se quedó a dormir solo en su residencia, y en la madrugada habría sido sorprendido al menos por dos personas, quienes antes de asesinarlo lo golpearon en diversas partes del cuerpo, tal como lo señala el certificado de necropsia.
Los restos de Carlos Riudavets fueron sepultados el domingo por la tarde en la capilla del distrito de Chiriaco, donde estuvieron presentes las principales autoridades de la provincia y de la Iglesia Católica.
R.S.M