Estados Unidos condena la condena de siete líderes prodemocráticos por cargos de motivación política. Las autoridades de Pekín y Hong Kong están apuntando a los hongkoneses por no hacer más que ejercer derechos protegidos y libertades fundamentales, incluida la libertad de reunión pacífica y la libertad de expresión.
Las sentencias de hoy son un ejemplo más de cómo las autoridades de la República Popular China y Hong Kong socavan los derechos protegidos y las libertades fundamentales garantizadas por la Ley Básica y la Declaración Conjunta Sino-Británica en un esfuerzo por eliminar todas las formas de disidencia. Los siete líderes prodemocráticos -Martin Lee, Jimmy Lai, Albert Ho, Margaret Ng, Cyd Ho, Lee Cheuk-yan y Leung Kwok-hung- participaron en una asamblea pacífica a la que asistieron 1,7 millones de hongkoneses. Las sentencias dictadas son incompatibles con el carácter no violento de sus acciones.
La Declaración Conjunta Sino-Británica, un acuerdo internacional vinculante, garantiza a Hong Kong un alto grado de autonomía, y las personas en Hong Kong tienen derecho a los derechos y libertades garantizados en la Declaración Conjunta y el Derecho Básico. Seguiremos apoyando a los hongkoneses mientras responden al ataque de Pekín a estas libertades y autonomía, y no dejaremos de pedir la liberación de los detenidos o encarcelados por ejercer sus libertades fundamentales.