Semana Santa: conoce la celebración en Ayacucho declarada Patrimonio Cultural de la Nación

"¿Cómo se celebra la Semana Santa en una de las regiones más fervientes del Perú, donde la celebración religiosa combina con el misticismo y costumbres arraigadas de la región?"

La Semana Santa Ayacuchana es catalogada como Patrimonio Cultural de la Nación, otorgado por el Ministerio de Cultura el 17 de octubre de 2022. (Foto: Andina)
La Semana Santa Ayacuchana es catalogada como Patrimonio Cultural de la Nación, otorgado por el Ministerio de Cultura el 17 de octubre de 2022. (Foto: Andina).


La celebración de Semana Santa en Ayacucho destaca como una manifestación suprema de fervor religioso cristiano y misticismo, enriquecida con arraigadas tradiciones y costumbres que reflejan la identidad de su población. Este reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación, otorgado por el Ministerio de Cultura el 17 de octubre de 2022, es completamente merecido.

La distinción se debe a que esta festividad representa el evento de fe e identidad cultural más significativo en el calendario festivo de la región. En ella, convergen en un mismo espacio festivo, ritual y performativo, tanto la religiosidad litúrgica como la popular, creando un sincretismo que une a los diversos sectores socioeconómicos de la sociedad ayacuchana. Este fenómeno fortalece el tejido social a través de la devoción religiosa y refleja la riqueza y diversidad de la cultura local.

La celebración de la Semana Santa en Ayacucho es una de las manifestaciones de fe y sincretismo religioso más destacadas a nivel mundial, situándose sólo detrás de la celebración en Sevilla, España. Además, se posiciona como una de las festividades más relevantes en el calendario turístico nacional.

Este evento religioso, que se llevará a cabo del 21 al 31 de marzo de este año, conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Es organizado por el Arzobispado de Ayacucho y tiene como epicentro la ciudad de Huamanga, también conocida como la «Ciudad de las 33 iglesias».

Aquí presentamos cómo se celebra la Semana Santa en la región más ferviente del país.

Domingo de Ramos

Las celebraciones oficiales de la Semana Santa en Ayacucho inician con el Domingo de Ramos, conmemorando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Desde las primeras horas de la mañana hasta el mediodía, se llevan a cabo misas con la bendición de palmas y ramas de olivo en las capellanías y parroquias de la ciudad.

(Foto: Andina)

Por la tarde, los fieles se congregan en las afueras del monasterio de Santa Teresa, entonando cánticos de alabanza en quechua, en anticipación a la procesión del Señor de Ramos.

Miércoles del Encuentro

El Miércoles Santo, también conocido como el Miércoles del Encuentro, es el día en que se lleva a cabo la tradicional «Procesión del Encuentro». Durante esta procesión, se recrea el momento en que Jesús, cargando la cruz, se dirige al Calvario. En este día, todas las instituciones de Ayacucho y la feligresía en general elaboran alfombras florales exquisitamente decoradas que cubren las calles del recorrido procesional, especialmente alrededor de la Plaza de Armas de Huamanga.

La «Procesión del Encuentro» es una representación en la que las imágenes de Jesús Nazareno, la Virgen Dolorosa, San Juan y La Verónica interactúan en las esquinas de la Plaza de Armas. San Juan se acerca a la imagen de Jesús para saludar a su maestro, inclinando su anda. Luego, comunica el encuentro con Jesús a Verónica, quien se acerca para limpiarle el rostro ensangrentado, quedando impreso en un lienzo.

(Foto: Andina)

Posteriormente, ambas imágenes se dirigen hacia la Virgen María para informarle que Jesús ha sido sentenciado a muerte y se dirige hacia el Calvario, mostrando como evidencia el lienzo con el rostro de Jesús. La Virgen María entonces va en busca de su hijo, lo que marca el «Encuentro», el momento culminante en el que ambas imágenes se inclinan una frente a la otra, mientras se entonan cánticos sagrados en quechua que reflexionan sobre la pasión de Cristo.

Después de la procesión, las andas retornan al templo de Santa Clara, concluyendo así este emotivo evento religioso.

Jueves Santo

El Jueves Santo se distingue por la ausencia de procesiones de imágenes veneradas en andas de cera. Por la mañana, en la Catedral, se celebra la misa de consagración de los santos óleos, con la participación plena del clero, que renueva sus promesas de fidelidad y obediencia ante el arzobispo.

(Foto: Andina)

Durante la tarde, todas las parroquias y capellanías de la ciudad conmemoran la misa de la Cena del Señor y la adoración eucarística. En un gesto de humildad, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, se lleva a cabo el lavado de pies a doce mendigos. Luego, según la tradición huamanguina, se realiza la visita a los siete templos, en un cortejo liderado por el arzobispo de Ayacucho.

Viernes Santo

El Viernes Santo es un día dedicado a conmemorar la Pasión de Cristo, especialmente a través del Vía Crucis. Temprano por la mañana, una comitiva parte desde la iglesia de San Juan de Dios hacia el cerro La Picota para escenificar esta representación.

(Foto: Andina)

Desde el mediodía, tiene lugar el «Sermón de las siete palabras de Cristo en la cruz» en dos templos simultáneamente. En la Catedral, se predica en castellano, mientras que en la iglesia de San Francisco de Asís, se pronuncia en quechua.

Durante la noche, según la tradición, todas las luces de la ciudad se apagan, excepto las velas que llevan los fieles en las manos. Se congregan en la Plaza de Armas y en la vía que conecta con la iglesia de Santo Domingo, a la espera de la procesión del Santo Sepulcro. Esta procesión incluye la imagen de Cristo yacente dentro de una urna de cristal y madera, acompañado por la Virgen Dolorosa a varios metros detrás.

Sábado de Gloria

El Sábado de Gloria se destaca por la peregrinación mariana al santuario de Quinuapata. Posteriormente, los mayordomos del Señor de Pascua de Resurrección entran a la Plaza de Armas de Huamanga y se dirigen a la casa del maestro adornista o cerero. Allí recogen los «cera wayta», que son los adornos de cera, cirios y otros implementos necesarios para el «Trono watay».

(Foto: Andina)

El «Trono watay» es un acto ritual en el cual se arma la masiva anda procesional que llevará la imagen de Cristo resucitado en la procesión solemne del Domingo de Pascua de Resurrección.

Domingo de Resurrección

El Domingo de Pascua de Resurrección, el mayordomo y sus colaboradores se preparan para los actos centrales que anunciarán la resurrección de Cristo. Construyen una estructura piramidal de 3 metros de ancho y 9 metros de alto sobre una base de eucalipto de 15 metros de largo. Esta obra se realiza completamente durante el Viernes Santo y se adorna durante el Sábado de Gloria con ornamentos de cera.

(Foto: Infobae)

En el interior de esta estructura, se coloca la imagen del Señor de la Resurrección o Cristo resucitado, que luego emerge en la cúspide acompañado de dos ángeles y dos soldados a sus pies.

La ornamentación de cera

Los ornamentos de cera que decoran el anda procesional son elaborados por talleres familiares especializados en el arte tradicional de la cerería. Esta expresión cultural, que se remonta a la época colonial, ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación.

(Foto: Andina)

Dirigidos por maestros cereros conocidos como «adornistas», estos talleres reciben la ayuda de familiares y asistentes externos en la ornamentación del anda procesional. Utilizan adornos artísticos como ramilletes de flores, aves, mazorcas de maíz y otros motivos asociados a la producción agrícola. Estos ornamentos, junto con cientos de velas elaboradas para la ocasión, representan la máxima expresión de este tipo de decoración, simbolizando el arte tradicional local y la devoción de la población ayacuchana.