Como parte del acuerdo firmado por el Ministerio Público y las empresas brasileñas involucradas en el Caso Lava Jato, se llevó a cabo la semana pasada en Curitiba el interrogatorio al ex hombre fuerte de Odebrecht en el Perú Jorge Barata.
Las respuestas dadas a los integrantes del equipo especial Lava Jato, por quien fuera nombrado por Odebrecht para coordinar los sobornos y aportes de campaña a diversos políticos peruanos nos ha mostrado nuevos detalles sobre ese drama, y validado muchas sospechas acerca del poder e influencia de esa empresa en nuestro país. La última semana tuvo nombre y apellido propio: ¨Jorge Barata¨
Lo declarado nos aclaró lo sucedido en el segundo gobierno de Alan García, Jorge Barata indicó que la relación con la última administración aprista se inició cuando Luis Alva Castro se presenta como “intermediario” del fallecido ex presidente, y recibe USD200 000 para la campaña presidencial del 2006. También, que pagos subsecuentes fueron hechos a Miguel Atala y Luis Nava (por ejemplo, un soborno de USD4 millones para obtener la buena pro de las obras de la IIRSA Sur) quienes actuaron, según dijo, como los ‘Maiman’ de García, en referencia a quien habría actuado como testaferro de Alejandro Toledo.
A propósito del prófugo y ¨duro de extraditar¨ ex presidente, Barata también dio pormenores sobre la relación de Odebrecht con Toledo Manrique. En esa línea, confirmó que, a través de Josef Maiman, la empresa entregó 27 millones de dólares a Toledo, con el propósito de poder realzar las obras de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur, transacción que, entre otras, estaría detallada en los 4000 folios que el ex director de la firma brasileña presentará al Ministerio Público. Asimismo, el viernes, el colaborador eficaz aseguró que el ex presidente le pidió interceder con otras constructoras para el pago de coimas para la construcción del tramo 4 del referido proyecto.
El directivo de Odebrecht también dio detalles sobre los aportes de la compañía en el 2013 para la campaña del No en el proceso de revocación contra la entonces alcaldesa Susana Villarán. Según Barata, la empresa aportó USD3 millones, dos tercios de los cuales fueron entregados al publicista Valdemir Garreta y el resto a Jorge Castro, exgerente general de la Municipalidad de Lima. El exejecutivo dijo que habló con Villarán en más de una ocasión y que ella incluso le agradeció por el millonario aporte.
En lo que respecta a Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala, Barata aseguró haber hecho aportes a sus respectivas campañas presidenciales en el 2011. A la del primero le dio USD300 000 a través de Susana de la Puente y a la del segundo USD3 millones, que tanto el líder del partido nacionalista como su esposa agradecieron personalmente.
Las declaraciones de Jorge Barata también alcanzaron al ex gobernador de Cusco Jorge Acurio. Según el ex directivo, él autorizó el pago de USD3 millones al funcionario para acceder a las obras de la Vía Evitamiento de Cusco. Incluso dijo que Acurio los descalificó de un proceso cuando se negaron a pagar un soborno.
No menos importante que todo esto es lo que el colaborador eficaz dijo sobre el rol de los miembros del llamado ‘club de la construcción’ en los sobornos a funcionarios peruanos. Una asociación que, contó, estuvo integrada por constructoras nacionales (Graña y Montero, Obrainsa, Cosapi, ICCGSA, Casa, Hidalgo e Hidalgo) y brasileñas (OAS, Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao) que se repartieron millonarias obras de infraestructura vial y que, según su versión, habría operado desde el 2001.
Así las cosas, frente a esta suma de información sobre políticos y empresarios, obtenida gracias al acuerdo que la justicia peruana alcanzó con las firmas brasileñas –el que, recordemos, enfrentó varios obstáculos en el camino a su ratificación–, solo queda esperar que el Ministerio Público pueda culminar sus investigaciones y, de ser necesario, pasar prontamente al siguiente paso en los procesos de los involucrados, es decir a la a los procesos judiciales. De ello dependerá que finalmente se sancione a los políticos que traicionaron la confianza de los peruanos.
José Briceño Abanto.
