El impacto de El Niño en territorio peruano se ha manifestado con tres tipos de intensidad: leve, moderada y grave. Esta graduación refleja la modalidad de presentación de sus características climáticas: lluvias torrenciales, desbordes de ríos, inundaciones y huaicos en la costa y sierra norte, mientras que en la sierra sur se manifestó con sequías extremas, escenarios que provocan enormes daños personales y materiales con sus consecuentes pérdidas económicas a las regiones afectadas.
Con una frecuencia cíclica de aproximadamente cuatro años, la intensidad leve de El Niño ha significado en promedio un aumento de 10 % a 20 % de las características climatológicas normales, mientras que la intensidad moderada corresponde a un aumento entre 20 % y 50 % de las características normalmente observables, y la intensidad fuerte o severa corresponde a un incremento mayor del 50 % en las lluvias, las variaciones térmicas, friajes, sequías, heladas, según se observe en la región afectada.
El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), advirtió en su más reciente informe titulado Escenarios de riesgo por lluvias para el periodo setiembre-noviembre 2023 que 17,203 centros poblados a nivel nacional, donde viven 1 millón 446,991 personas, se encontrarían en riesgo muy alto por deslizamientos, flujos de detritos o huaicos, entre otros tipos de movimientos en masa ante la probabilidad de ocurrencia de un evento El Niño. Las regiones con mayor cantidad de población expuesta a riesgo muy alto son: Cajamarca (252,747 personas), Piura (208,228) y Huánuco (146,346).
Asimismo, la posible ocurrencia de inundaciones, el Cenepred estima un total de 547 centros poblados que estarían expuestos a un riesgo muy alto, así como 766,602 personas, 188,960 viviendas, 462 establecimientos de salud y 1,261 instituciones educativas. Los departamentos con mayor población expuesta a riesgo muy alto por inundación son Piura (369,207 personas), Cajamarca (237,744 personas) y La Libertad (91,786).
Cenepred exhortó a las autoridades de los tres niveles de gobierno a trabajar la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) de manera integral y permanente en sus jurisdicciones y hace un llamado a la población en general a participar e involucrándose en implementar las medidas correctivas y de protección que correspondan según sea el caso.