Entrevista al internacionalista Ricardo Sánchez Serra, presidente del Consejo Peruano de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (COPESA).
-¿Cuál es el panorama internacional sobre el conflicto del Sáhara Occidental?
Muy lúgubre para el Frente Polisario en su disputa con Marruecos por el Sáhara Occidental.
En primer lugar, su principal bastión, la Unión Africana, ha desistido de ser interlocutor –en el conflicto del Sahara- en las Naciones Unidas, mediante su decisión 693, adoptada en la 31ª Cumbre de esa organización realizada en Nouakchott.
Marruecos estuvo muchos años fuera de ese organismo, por la inadecuada política de la “silla vacía”. Es decir, en donde estaba presente la República Saharaui, no se presentaba o renunciaba. El rey Mohamed VI cambió dicha política, con aceptables resultados.
Otro ejemplo, son las recientes cumbres en Marrakesh, convocada por Marruecos, a la que asistieron delegaciones de 36 países africanos y otra favorable al Frente Polisario, convocada por Sudáfrica y a la que acudieron 12 países, de los 16 que conforman la Comunidad de Desarrollo del África Meridional.
En segundo lugar, la Unión Europea validó los acuerdos de pesca y agricultura con Marruecos, frente a la posición del Frente Polisario que buscaba su nulidad para los territorios en disputa.
En tercer lugar, por lo que veo la diplomacia saharaui está haciendo agua en todos los frentes, y en el caso de Latinoamérica se ha retrocedido de manera alarmante. En Brasil, el escándalo inmoral protagonizado por un enviado del Frente Polisario, además el nuevo gobierno es proclive a Marruecos; en Colombia desautorizaron al representante como agente diplomático; en el Perú, la Cancillería reaccionó negativamente para la causa de la República Saharaui, debido a que su enviada violó el principio de no injerencia en asuntos internos, siendo prohibido su ingreso y además provocó un comunicado nefasto para los intereses de la RASD, debido a la impericia de su enviada.
Asimismo, en Venezuela no se sabe qué puede pasar a raíz de la inestabilidad; Ecuador está evaluando, Bolivia mutis y el nuevo Gobierno de El Salvador es una incógnita. Mucho depende, en general, de los gobiernos que se instalen.
Firmes aliados siguen siendo México, Cuba y Uruguay. Y en el caso de África, además de Argelia –que se encuentra en una situación desestabilizante y muy preocupante- y otros. Tendrán el firme apoyo de Sudáfrica en el Consejo de Seguridad.
-¿Y qué pasó en Ginebra?
El enviado especial del Secretario General de la ONU, el alemán Horst Köhler, está llevando a cabo negociaciones entre Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania. Otro triunfo de Marruecos, porque ahora se sientan los cuatros a negociar y ya no dos: Marruecos y el frente Polisario y como observadores los otros dos países. Ahora están todos juntos en la mesa.
No he escuchado hablar de referendo –ni siquiera se encuentra en el comunicado del Frente Polisario-, como que se está redefiniendo el principio de autodeterminación.
Además, en la delegación marroquí acudieron delegados de las poblaciones saharauis de El Aaiún, Dajla y Samara, que fueron aceptados por Köhler, lo que no ocurría antes.
Dicho sea de paso en Ginebra hay conversaciones constructivas, ¿Cómo terminará eso? Depende de las partes y como dijo Köhler que se entierren “el lenguaje del pasado, los enfoques obsoletos y la soluciones imposibles”.
-¿Qué espera usted de este diferendo?
Que se solucione de manera rápida, sin egoísmos y con desprendimientos en ambas partes. Me preocupan en extremo los miles de saharauis que se encuentran en los campos de Tinduf. La ayuda internacional ha disminuido y sufren de múltiples carencias, en especial los jóvenes, que ahí no tienen futuro. Solo en esta semana trece jóvenes han huido hacia Marruecos. Asimismo, es imperativo la reunificación de las familias. Me pregunto ¿qué pasaría si se abren las puertas de los campamentos? ¿La gente se quedaría ahí? ¿Hacia dónde iría?
Lo que no es sincero es que se diga que “la causa saharaui (Frente Polisario) está ganando”, porque no es cierto. Si se dice eso se miente y se alarga la agonía de todo un pueblo que espera vivir dignamente.
Yo tengo mis puntos de vista y seguiré defendiendo al pueblo saharaui, pero ellos deben decidir su futuro sin ataduras.
Ricardo Sanchez Serra
