Zajárova advirtió el lunes a los tres diplomáticos que Moscú perseguirá «de la manera más firme» cualquier intento de instigar «la división y la hostilidad» en la sociedad rusa y los diplomáticos involucrados en esa labor subversiva serán expulsados de Rusia», aseveró.
El Ministerio de Exteriores de Rusia, extendió una «protesta enérgica» a la embajadora estadounidense, Lynne Tracy, a raíz de sus críticas a la condena de 25 años de cárcel impuesta la víspera por un tribunal ruso al opositor Vladímir Kara-Murzá, convocó hoy por injerencia en sus asuntos internos a los embajadores de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
El Ministerio ha confirmado esta queja en un comunicado, según la agencia Interfax, después de que en los últimos días los tres gobiernos hayan vuelto a expresar su disconformidad con casos como el del opositor Vladimir Kara Murza, condenado a 25 años de cárcel por alta traición y por criticar a las Fuerzas Armadas.
El opositor Kara-Murzá es acusado de traición y otros dos cargos penales, fue condenado el lunes a 25 años de prisión, una pena sin precedentes en el caso de un opositor ruso.
«Estoy en la cárcel por mi postura política, por estar en contra de la guerra en Ucrania, por mi larga lucha contra la dictadura de (el presidente ruso, Vladímir) Putin», dijo el opositor, quien afirmó sentirse orgulloso de que le introdujera en la política el opositor Borís Nemtsov, asesinado en 2015 cerca del Kremlin.
Exteriores alertó a LeClaire de «las inevitables consecuencias negativas en caso de continuar el actual curso de confrontación» de Ottawa y «el abuso de estatus diplomático» por parte de algunos empleados de la Embajada.
También han criticado el arresto del periodista del ‘Wall Street Journal’ Evan Gershkovich, que precisamente ha reaparecido este martes para comparecer ante un tribunal de Moscú. La embajadora norteamericana, Lynne Tracy, ha acudido a la vista, en la que Gershkovich, acusado de espionaje, reclama quedar en arresto domiciliario, según la cadena CNN.
Lynne Tracy tachó el fallo dictado el lunes contra Kara-Murzá de «un intento de silenciar el disenso en este país» y destacó que son muchos los rusos que ansían una Rusia donde se respeten las libertades fundamentales.
«Continuaremos pidiendo su liberación. La criminalización del criticismo a la labor del Gobierno es un signo de debilidad, no de fortaleza», agregó.
Las autoridades rusas han esgrimido en este tipo de casos que el sistema judicial ruso es independiente, en virtud de lo cual catalogan de injerencia cualquier crítica política llegada desde el extranjero.