El último partido de fútbol de la selección peruana no fue el espectáculo esperado para un grupo de hinchas de Cocachacra, en Islay, puesto que durante el evento organizado por la empresa minera Southern Copper, un grupo de desconocidos esparció gas lacrimógeno en rechazo al proyecto cuprífero Tía María afectando la salud de las personas que disfrutaban de la transmisión en pantalla gigante.
Los espectadores del primer encuentro amistoso de Perú en la Copa América frente a Costa Rica, al verse afectados por el nocivo gas, abandonaron sus asientos evitando inhalar la sustancia.
Trascendió que mientras los pobladores del anexo de Chucarapi alentaban a la selección cerca a la plaza, un grupo de opositores al proyecto minero protestaba en contra de los organizadores del evento a espaldas de la pantalla grande por considerarlo una provocación. Sin embargo, los agentes policiales que resguardaban la seguridad de la transmisión al acercarse a la zona no encontraron a los responsables.
En el contexto de las manifestaciones, Miguel Meza Igme señaló que la función deportiva era un acto de provocación debido a que la empresa constructora los dispone para ganar simpatizantes a favor de su proyecto cuprífero.
D.P.R.