La jornada histórica vivida este 8 de mayo en Roma culminó con el tradicional humo blanco emergiendo de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los cardenales habían alcanzado un acuerdo. Con al menos 90 votos de los 133 cardenales reunidos, Robert Francis Prevost se convierte en el nuevo jefe de la Iglesia Católica, sucediendo al papa Francisco tras doce años de pontificado.
Prevost, nacido en Chicago en 1955, es miembro de la Orden de San Agustín y ha desarrollado gran parte de su vocación religiosa en Perú, país al que se siente profundamente vinculado. En 2015 fue nombrado obispo de Chiclayo y, años después, prefecto del Dicasterio para los Obispos. Su doble nacionalidad refleja su experiencia multicultural y su capacidad para tender puentes entre pueblos.

Una elección que marca una nueva era en el Vaticano
El cónclave que eligió a Prevost ha sido uno de los más breves y diversos en la historia reciente del Vaticano. En tan solo unas rondas de votación, los cardenales llegaron a un consenso, lo que denota la fuerza de su perfil como líder conciliador y reformista. Su trayectoria académica en teología y derecho canónico, sumada a su labor en comunidades desfavorecidas de Perú, lo posiciona como una figura de gran sensibilidad pastoral.
Durante su primer mensaje como Papa, Prevost no olvidó sus raíces latinoamericanas y envió un emotivo saludo a la diócesis de Chiclayo:
«A mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo ha acompañado a su obispo y ha compartido su fe, les agradezco profundamente. Sigamos siendo Iglesia fiel de Jesucristo.”
Un pontificado con retos globales
El nuevo Papa enfrenta múltiples desafíos: restaurar la credibilidad institucional, afrontar divisiones internas y responder a los cambios culturales del siglo XXI. Su elección también refleja el giro de la Iglesia hacia una mayor apertura a las voces del sur global.
Prevost es el primer Papa con ciudadanía peruana, un hecho que ha generado entusiasmo tanto en Perú como en América Latina. Su experiencia pastoral en tierras peruanas y su cercanía con las comunidades locales auguran una gestión más conectada con las realidades sociales y espirituales de la región.
Con la mirada del mundo sobre él, Robert Prevost inicia su pontificado con el reto de revitalizar la Iglesia desde la fe, la cercanía y el compromiso con los más necesitados. Un nuevo tiempo hace comenzado en el Vaticano, con un Papa que habla desde dos patrias, pero con una sola misión: renovar la esperanza católica en todo el planeta.