El célebre productor cinematográfico Robert Evans, quien fuera una de las principales figuras del estudio Paramount Pictures, luego de obtener reconocimiento gracias a su trabajo como productor de las cintas El Padrino (1972) y Chinatown (1974), dejó de existir el último fin de semana a los 89 años.
Apenas hace un par de meses que Evans concluía su relación contractual con Paramount, lugar donde trabajó por más de 50 años y estuvo a cargo de la producción de la cadena a mediados de los sesentas, tiempo en el que se producía una nueva etapa en Hollywood, en la que se abandonaba viejas temáticas para apostar por historias relacionadas al sexo y la violencia.
Evans, además, de ganarse un nombre en la industria del entretenimiento, también se hizo conocido por su carácter conflictivo en el mundo de la pantalla grande, pues demostró tener una relación de amor-odio con el Francis Ford Coppola, con quien trabajó muchas veces; además de sabotear él mismo su carrera con el problema de su adicción a las drogas.
Sin embargo, el trabajo del productor estadounidense siempre prevalecerá por supervisar cintas como Rosemary’s Babys (1968) y Chinatown de Roman Polanski, las dos primeras partes de The Godfather de Francis Ford Coppola, Love Story (1970) de Arthur Hiller y Harold and Mude (1971) de Hal Ashby, entre otras.
K.V.C.