Los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima se reunieron hoy con el papa Francisco, quien los recibió en el Vaticano. La visita duró aproximadamente y en el mismo se pudo apreciar a pontífice intercambiar algunas palabras en español con la esposa del rey, que es de origen argentino, según información de medios locales.
Junto a los reyes asistió una delegación en la que también se encontraban el ministro de Exteriores holandés, Bert Koenders, y la titular de Comercio Exterior y Cooperación Internacional, Lilianne Ploumen.
Los temas que se desarrollaron en esa reunión fueron sobre “interés común”, como la protección del medio ambiente y la lucha contra la pobreza, dedicaron también “atencón particular” a las migraciones «subrayando la importancia de una convivencia pacífica entre culturas diferentes».
Al finalizar su encuentro con el papa, como es costumbre, el rey y la reina se reunieron con, Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Casi al despedirse, en la Biblioteca Apostólica, Arturo Sosa Abascal, superior general de los jesuitas, entregó en «préstamo de uso» al monarca holandés un bastón de Guillermo de Orange que los españoles le arrebataron en 1574 y que era custodiado por los jesuitas de Sant Cugat (España).
La reina Máxima, como dicta el protocolo, acudió vestida de negro y con velo, ya que el blanco se reserva para las reinas católicas. Los reyes obsequiaron al papa flores blancas y amarillas, que son los colores del Vaticano.
El papa Francisco, por su parte, les regaló una medalla de San Martín de Tours, así como una copia de su mensaje para el Día de la Paz, de su encíclica «Laudato Sí» (2015) y sus exhortaciones «Evangelii Gaudium» (2013) y «Amoris Laetitia» (2016).
N.R.C.H