Tras la renuncia de Boric Johnson a principios de julio, el Partido Conservador Británico eligió a Liz Truss como su nueva líder, la nueva primera ministra de Reino Unido.
Con aproximadamente 81.326 votos, la jefa de diplomacia se convirtió en la tercera primera ministra del país superando al exministro de Finanzas, Rishi Sunak, con 60.399 votos.
Por su parte, Truss prometió sacar al país de la crisis tanto política como económica mediante los recortes de impuestos, medidas sobre el costo de la energía e impulsos al crecimiento económico.
“Presentaré un plan audaz para reducir los impuestos y hacer crecer nuestra economía. Me ocuparé de la crisis energética y de las facturas de los ciudadanos, pero también de los problemas a largo plazo que tenemos en el suministro de energía”, señaló.
Entre campañas y promesas, el politólogo de la Universidad de Strathclyde, John Curtice, comentó que “ella (Truss) es mejor haciendo política” debido a que “logra transmitir fácilmente los mensajes conservadores tradicionales”.
Como se recuerda, durante las primeras fases de la elección, el ex ministro Sunak era el favorito de los diputados conservadores, pero no logró obtener votos de los afiliados de la formación, alrededor de 200 mil personas que, en teoría, tienen la última palabra en la elección de su nuevo líder.
El peligro Truss
Las promesas, llamadas y palabras de Truss durante la carrera electoral:
- Prometió que Zelenski será la primera persona a la que llamará como primera ministra.
- Declaró sus planes de trabajar con los aliados del G7 para aumentar la ayuda militar y humanitaria a Ucrania.
- Dijo que está dispuesta a apretar el botón nuclear si es necesario.
- Cree que no se debe permitir a Putin asistir a la cumbre del G20 que se celebrará en Indonesia los días 15 y 16 de noviembre.
- Instó a los británicos a prepararse para un «invierno duro» a causa de la crisis energética.
- Prometió recortes de impuestos y nuevas facturas de servicios públicos para hacer frente al descontento de los británicos con el aumento de los precios de los servicios públicos.